Anestesistas realizan minucioso relevamiento de respiradores y ventiladores en áreas quirúrgicas en todo el país
Los profesionales desarrollan una hoja de ruta para dar rápida respuesta, en caso de que se vea desbordada la atención en los CTI públicos y privados
Desde que nuestro país fue declarado en emergencia sanitaria, los anestésicos quirúrgicos entendieron pertinente poner todo el capital humano a la atención en la primera línea de fuego contra la pandemia y a la puesta en marcha de protocolos y procedimientos para adaptar el trabajo de cada especialidad.
En ese sentido e inmediatamente, las 14 sociedades científicas iniciaron la elaboración de protocolos para cada especialidad, identificándose las situaciones que requieren una atención inmediata como las embarazadas que deben someterse a cesárea, los pacientes oncológicos que no pueden diferir su cirugía y toda urgencia o emergencia que requiera una intervención sin demora, brindando las medidas de bioseguridad necesarias en cada caso.
En el marco de la constante búsqueda de soluciones para afrontar las consecuencias de esta pandemia y viendo la importancia de proyectar escenarios futuros, la Sociedad de Anestesiología del Uruguay desarrolla un detallado relevamiento de equipos de ventilación de salas de operaciones y áreas de recuperación postoperatoria, que permitan ampliar la disponibilidad de ventiladores y camas para pacientes graves afectados por COVID19 en centros públicos y privados.
La Sociedad de Anestesiología confeccionó una base de datos que se actualiza en tiempo real para monitoreo de la fuerza laboral. La misma releva toda la información de los anestesistas activos que hay en el país (aproximadamente 450) así como los que pudieran quedar en cuarentena, las máquinas de anestesias adecuadas para utilizar como respiradores y las salas de operaciones disponibles.
“Estamos trabajando con la Sociedad de Medicina Intensiva y con la Cátedra de Anestesiología de la UDELAR en un comité de crisis pensando en cómo va a ser nuestro trabajo en los escenarios futuros que se puedan presentar, ante la posible sobrecarga del sistema con el consiguiente agotamiento de las camas de CTI y particularmente la baja de los Médicos Intensivistas por cuarentena obligatoria, que implique que los anestesistas tengamos que abrir áreas accesorias de cuidados críticos en lo que hoy son áreas quirúrgicas.
A lo largo de nuestra formación y nuestra vida laboral, los Anestesiólogos adquirimos las competencias y la experiencia que requiere esta tarea, aunque siempre deberá ser dirigida y supervisada por los colegas Intensivistas.
La base de datos que estamos confeccionando ayudará a tener un panorama claro de todos los equipos disponibles y su nivel de operatividad para esa situación, en el caso de que eso ocurra. Sabemos que contamos con unas 300 máquinas de anestesia que incluyen un respirador en su configuración básica, de las cuales 150 podrían utilizarse en este escenario de crisis, reservando el resto para las cirugías de urgencia y emergencia. Esto permitiría aumentar en más de un 20% la dotación de respiradores en todo el país”, informó el presidente de la Sociedad de Anestesiología del Uruguay Dr. William Baptista.
“En base a los escenarios que sabemos que se pueden presentar, al tener este relevamiento, sabemos cómo podemos planificar la intervención y como vamos a implementar la estrategia de colaboración con los colegas de cuidados intensivos.
Entonces, la línea de acción en estos casos, que es la que se ha utilizado en todo el mundo, es buscar aquellas especialidades que se asemejen en competencias para poder suplirse o apoyarse; en este caso y en particular en la atención de pacientes críticos, en la primera línea estamos nosotros los anestesistas”, expresa el Dr. Baptista.
En caso de que no se mantenga éste lento crecimiento de los casos, como estamos viendo actualmente y se dispara el número de pacientes graves, habría que recurrir a ese tipo de estrategia.
El comité de crisis de Anestesiología de la SAU elaboró guías clínicas como por ejemplo la de manejo de la vía respiratoria durante la anestesia para pacientes COVID, protocolos de atención de pacientes con dolor crónico que consultan en las policlínicas de Terapia del Dolor y de manejo de técnicas anestésicas en la embarazada, tanto en analgesia del parto como en la cesárea, basadas en la evidencia científica y adaptadas a la realidad nacional.
“También se está trabajando en algunos aspectos propios de la especialidad, como por ejemplo la anestesia en el tomógrafo para los pacientes COVID-19 que tiene sus particularidades, al igual que lo relativo a los traslados de estos pacientes.
La metodología de trabajo con la Cátedra de Anestesiología ha sido esa, ir desarrollando guías de acción recogiendo la evidencia científica existente y consultando guías ya elaboradas por colegas de otros países basadas en su propia experiencia. En este grupo de trabajo se fueron adaptando a la realidad nuestra, elaborándose las recomendaciones para el uso de los equipos de protección individual y las guías clínicas”, concluyó el Dr. William Baptista.
Desde la Sociedad de Anestesiología del Uruguay se viene también instrumentando con la Sociedad de Medicina Intensiva, un plan de capacitación On Line con actualización de aspectos técnicos de ventilación mecánica, con el objetivo de reforzar y actualizar el entrenamiento en el manejo específico de pacientes graves con Coronavirus, de acuerdo con la mejor evidencia científica disponible.
“Hemos trabajado también en la dotación de medidas de protección personal para los Anestesiólogos, que realizan todos los días procedimientos de alto riesgo de contaminación, como son los de manejo de las vías respiratorias y en particular de la intubación orotraqueal durante la anestesia general. En este sentido la Sociedad e Anestesiología ha donado a todos los hospitales públicos y centros privados, máscaras faciales integrales de protección, indispensables para la realización de estos procedimientos en forma segura”, concluyó Batista.