Dejen a la gente en paz

La culpa es de los políticos, no de la gente. Esa debería ser una premisa que tienen que tener los políticos. Asumir los errores y las responsabilidades que cometen cada día, pero cuando se los señala hacen al revés, culpan a la gente o a los periodistas por haber escrito lo que ellos mismos hacen.

Cuando empieza el episodio de Los Simpsons, la famosa serie norteamericana, muestran una secuencia en la que Bart, el símbolo del niño travieso, está escribiendo en el pizarrón su penitencia. Y eso mismo es lo que deberíamos hacerle repetir una y otra vez frente al pizarrón a los políticos, como nos hacían hacer a nosotros en la escuela cuando nos portábamos mal, tendríamos que ponerlos a todos a escribir «la culpa es nuestra».

Con ello, los políticos de nuestro país deberían aprender que no pueden jugar más con la gente. Ellos se aprovechan de las necesidades de la población, les sacan el voto en plena campaña electoral para llegar al poder y luego, ganando miles de esos del erario público en los cargos a los que acceden, deciden sobre el destino del resto de los habitantes, de los que los votaron y de los que no, y se toman atribuciones de exigir que la gente pase mal, para poder culpar al otro.

No voy a defender ni un centímetro lo hecho por Irene Moreira de darle una casa a dedo a una persona, en vez de proponerle que vaya a sorteo. Pero no porque esa persona no se la merezca, seguramente que sí, sino porque estaría siendo injusto con el resto de la población que sí va a sorteo cargando con la ilusión de poder acceder a una vivienda, tan importante como necesaria.

Entonces, que ahora, después de toda la novela que vimos por estos días, donde la esposa de Manini fue echada del cargo, donde Manini se enojó públicamente porque corrieron a su esposa y el lío seguramente se lo llevó para la casa, porque deben haber hablado del tema hasta cuando se estaban poniendo el pijamas, donde hubo enojos, amenazas, malestares y acusaciones de todo tipo, que el Frente Amplio exija que la gente que ya vive en esa casa junto a sus hijos, que tiene la tranquilidad que cuando llueve nadie se moja y que cuando hace frío todos están adentro, tengan que irse del lugar porque el procedimiento por el cual llegaron fue un antojo de un político de turno, no tiene goyete.

Es peor el remedio que la enfermedad. Es tremendo que quieran hacerle pagar a la gente por los errores de quien ocupaba por un rato el Ministerio de Vivienda, es una falta de respeto a la humanidad de las personas que un partido político, en este caso de oposición, en vez de pedirle al gobierno que no haga más lo que hizo, le pida a la gente que devuelva esas casas y vuelva a quedar a la intemperie, porque el que se las dio no se las tenía que dar.

¿Qué explicación le daría el Frente Amplio a los niños que quedan en la calle si prosperara su propuesta? Porque a ninguno de los genios que se les ocurrió esa maravillosa idea les falta un techo, ni comida en la mesa. ¿Qué les van a decir? «Te la dieron mal, así que aguantate que vamos a ver si salís sorteado», me imagino a los impulsores de esta espléndida y brillante idea, diciendo semejante barbaridad con su mejor cara de culo creyendo que hacen las cosas bien.

El gobierno estuvo bien en echar a la esposa de Manini, que por cierto está muy cómoda en una banca en el Senado que le dio el propio general cuando la propuso tercera en la lista. Pero ahora la oposición la embarra pidiendo que le saquen la casa a la gente que no tiene la culpa de la clase de políticos que tenemos. Dejen a la gente en paz, que con la campaña que se viene, bastante van a ir a mentirles.

HUGO LEMOS

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *