Hombres con minúscula
Lo más despreciable de un ser humano, es negar a sus hijos. No darles de comer, no pasarle un peso a una madre que lucha a brazo partido en soledad para sacarlos adelante, ni tampoco acercarse a ellos para desearles un feliz cumpleaños, no preocuparse por si tienen fiebre, ni si están yendo a la escuela, ni tampoco si progresan en su educación, ni mucho menos si tienen las condiciones adecuadas para vivir, en fin.
Todas esas cosas hacen despreciable a un ser humano que pasa a ser un hombre con minúscula.
Pero peor que eso, es una mujer que apañe esas conductas, que las defienda, que las oculte, que las promueva, que no le exija a ese hombre con minúscula hacerse cargo de esos hijos que trajo al mundo, sin importar si son hijos de ella o no, porque se trata de humanidad, ya no de celos ni falso orgullo.
Está lleno de este tipo de casos en el mundo, hay miles de casos en todo el Uruguay y cientos de situaciones de esa naturaleza en Salto.
La mayoría de los que cometen este tipo de conductas son meros delincuentes, porque el Abandono es un delito tipificado en el Código Penal uruguayo, y la Omisión a los Deberes inherentes a la Patria Potestad en la modalidad de la asistencia económica, también lo es.
Esta clase de individuos, son personas que no asumen ningún tipo de responsabilidad, sujetos que no pagan ni siquiera un alquiler, que extorsionan a otros que son débiles en su posición frente a la vida y que acceden a lo que les piden; son individuos que no pagan ni la libreta del almacén, que siempre están pidiendo que les den, porque no soportan no tener nada, cuando ni siquiera hacen un esfuerzo por ganarse la vida por sus propios medios, con una tarea decente y digna.
Encima, estos individuos hablan de los demás, se erigen como jueces de la vida de otros, vida que es mucho más responsable, decente y digna que la de ellos por supuesto.
Son individuos que mienten, difaman y le faltan el respeto a cuánta mujer ven con una pollera corta, porque se sienten capaces de hacerlo.
Pero siguen mintiendo en público mientras todos sabemos qué clase de poca cosa son. Mientras todo vemos cómo abandonan a sus propios hijos, mientras todos sabemos cuántos puntos calzan en la vida. Mientras todos sabemos todo, siguen dando lástima, ellos y quienes los defienden, pero también quienes les pagan para que sigan siendo eso, una poquita cosa en este corto tránsito que llamamos vida.
En Salto bajaron los delitos de Violencia Doméstica con respecto al 2019, dijo la Policía en su último informe. Pero este tipo de delitos no son medidos ni cuantificados, aunque sería buena cosa que empezaran a medirse como forma de visibilizarlos.
Porque los niños no pueden ni deben padecer la inutilidad de esos seres que los engendraron. Y la Justicia debería hacer algo por los que aún no pueden defenderse.