Lealtades, traiciones y política
La palabra traición es tan fuerte y cargada de valores como la palabra lealtad. Las dos son contrapuestas, pero implican sentimientos profundos que promueven conductas que tienen un efecto muy poderoso sobre las personas y que vienen arraigadas con los años a lo largo de la humanidad.
La traición es una conducta negativa que viene de los más bajos instintos del ser humano, del disvalor, es decir de la desviación de un valor, genera algo malo, causa un daño y un hecho reprobable que afecta al otro. Ese otro, que cree y confía en las buenas acciones de una persona, esa misma que a la postre termina actuando adrede para ocasionarle algo malo.
En cambio, la lealtad es un sentimiento positivo, un valor humano importante, es la fidelidad a una idea o a una persona, es la continuidad y permanencia al lado de esas ideas o de esas personas, pensando en una causa común que entienden que es la correcta. Por eso la siguen y la acompañan hasta el final.
La política es una de las manifestaciones humanas más importantes de la vida, porque es la conjunción de acciones que nos ayudan a tomar las decisiones en base a una idea o ideología que comprende muchos valores y principios, y que rige en las distintas comunidades humanas.
En la práctica, la política es el arte de lo posible, lo que hace que las cosas sucedan o al menos intenten pasar. Y los políticos, son agentes de la sociedad que deben procurar el bien común y hacer, justamente, que las cosas sean posibles.
Pero en la campaña electoral que se aproxima vamos a ver de todo. Veremos muchas traiciones, engaños, manejos espurios, discursos de unión que apuntan a que haya sectores que se partan, dirigentes que se alejan, otros que dan el portazo, otros que comieron bien estos 4 años y deciden explorar nuevos caminos dejando sólo al que le dio las oportunidades y políticos que se sentían poderosos pero que desde ahora, comenzarán a perder su espacio.
Y esperemos como ciudadanos, como votantes, como integrantes activos de esta comunidad de la que somos parte y a la que queremos ver crecer, desarrollarse y mejorar cada día, esperamos ver bastante de lealtad; de políticos que mantengan sus ideas, que no sean leales a ellos mismos ni a sus propios intereses, que no sólo piensen en su propio bolsillo, que no sólo piensen en que si se cruzan de camino, van a tener chance de mantener un cargo; que si van con este o con aquel, pueden pensar en el próximo cargo, que si hablan por acá pero juegan por allá, van a seguir gozando de los privilegios que tienen ahora, sean parte del gobierno o de la oposición, nacional o departamental.
Como ciudadanos de este país, como votantes, queremos que haya más lealtades y menos traiciones, y más lealtades, porque eso nos ayuda a pensar en cosas positivas, a querer soñar con un país mejor, más democrático y con más oportunidades para todos.
Eso es lo que espera mi generación, la que creció en el mundo post dictadura y que quiere ver partidos fuertes, líderes firmes y propuestas pro positivas para todos los uruguayos sin exclusiones. Lo necesitamos.
Hugo Lemos