Claudio está

Claudio Paolillo no fue un periodista más. Fue un Uruguayo con mayúscula, un ser humano comprometido con la búsqueda de la verdad, para contar lo que las cosas son. Y eso lo convirtió en periodista, no otra cosa.

Claudio la peleó de abajo, vio partir a los suyos muy temprano y nunca bajó los brazos. Se bancó mil, no claudicó su discurso y siguió luchando. Se trató siempre de una persona en busca de la verdad, forjando el pensamiento crítico de sus lectores, de sus alumnos, de sus compañeros de trabajo y de quienes lo rodeaban.

Él sentía que las cosas tenían que decirse, pero no se creía un iluminado, ni el que más, sino que el que quería que la discusión existiera, que el debate sea más profundo y que de cada charla siempre quedara algo.

Lo ocupaban sus amores, su familia, sus hijos, sus pasiones, su labor por decir y hacer, pero sobre todo por crear, siempre estaba creando algo y pensando en transformar las cosas para que más gente supiera más cosas.

Era un defensor del buen periodismo, pero sobre todo de los periodistas. Claudio no te medía el aceite por si trabajabas en una pequeña radio comunitaria del interior profundo, en un diario departamental o en un gran medio de circulación nacional e internacional, sino que defendía al periodista, al trabajo y al trabajador, pero sobre todo defendía la libertad.

Desde su lugar como Presidente de la Comisión de Libertad de Expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), iba a cada rincón del continente para no dejar solo a los periodistas que por ejercer su trabajo, eran hostigados por el poder.

Se preocupó por saber qué pasaba en Salto y en el interior, cómo trabajaban los periodistas acá y quiénes eran los que llamaban para apretarlos.

Era amigo, compañero y servidor de quienes le conocían. Y un defensor imparable de la libertad, la democracia y los derechos humanos.

A 5 años de su partida física, lo recuerdo con profundo cariño y sobre todas las cosas con una gran admiración, intentando honrar su legado cada día, porque sabemos que él todavía sigue ahí, con la edición de Búsqueda en las manos y rodeado por los grandes periodistas que forjó y que construyen democracia cada jueves.

Hugo Lemos

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