Cuando la información familiar pasa a ser de interés público
Una noticia difícil de publicar, que tiene mucho de barro y algo de información, pero que sin lugar a dudas tiene mucho interés público, fue la que dimos ayer en nuestro rol de corresponsales de dos de los más prestigiosos medios de comunicación que tiene nuestro país, como son el diario El País y Canal 10.
Informar sobre la separación de alguien, si bien puede llegar a ser parte de la intimidad de una persona y aún así, siempre es un hecho al que todo el mundo le presta atención, se acentúa más aún cuando se trata de una persona pública como un presidente o un intendente.
Aunque la magnitud del episodio cobra mayor relevancia, cuando esa situación, personal y familiar, tiene como protagonistas a dos personas públicas vinculadas a la actividad política y al menos uno de ellos, argumenta motivos vinculados a hechos que involucran a más actores políticos, encima en un año electoral.
Si bien la información de la situación del actual Intendente de Salto, Andrés Lima, sobre su separación, puede parecer barro y no información, termina siendo un tema que muestra que las situaciones políticas inciden en la vida familiar.
Sobre todo, cuando desde el entorno de otro de los candidatos, que no es de Salto, hacen llamados telefónicos para alentar a publicar que la esposa de uno de los contrincantes, se había sumado a sus filas, como si eso fuera un trofeo.
Por lo tanto, la decisión personal que hizo pública el intendente de Salto, pero a su vez precandidato a la Presidencia de la República, Andrés Lima, de separarse o distanciarse de su cónyuge, impacta sobre la población y también muestra como la política sacude la vida familiar.
Aunque el propio Lima no tuvo reparos en hacer público este evento y no evitó en ningún momento a los medios que lo consultamos para confirmar la información y esgrimir sus motivos, demostrando como las cuestiones de la campaña electoral habían incidido en las decisiones familiares.
En esos casos, todo lo que haga un intendente, que ocupa el cargo por haber sido elegido por el voto popular, pasa a ser de interés de los gobernados, de los que votamos para que ellos nos gobiernen, sobre todo si su esposa también decide someterse al escrutinio público a través de la actividad política.
Uno de los grandes maestros del periodismo uruguayo, Claudio Paolillo, escribió una vez una columna denominada «Politiquita», donde hacía referencia al chicaneo y el desvío de la discusión sobre los grandes temas.
Esperemos que la Política de las ideas y de las propuestas nos invadan en 2024 y supriman este tipo de situaciones, que si bien son necesarias darlas a conocer, porque cuanto más se sepa de los candidatos, mejor sabremos tomar las decisiones a la hora de votar, a las mismas les sobrevengan propuestas e ideas que nos ayuden a construir entre todos, un país mejor.
Hugo Lemos