Desde hace años se habla de que el PIT-CNT no tiene personería jurídica. En 2018, el presidente de la central, Fernando Pereira, decía lo siguiente aquí En Perspectiva: Es curioso cómo ha cobrado valor el tema. Yo soy muy partidario de la personería jurídica, pero ha cobrado un valor incluso mayor que al que yo le doy.
Con el gobierno de la coalición multicolor, eso que Pereira diagnosticaba se ha acentuado: se están acumulando los proyectos de ley que quieren instrumentar un cambio en ese sentido. En este momento hay dos proyectos al respecto a estudio de la Cámara de Diputados.
Uno que presentó en mayo Cabildo Abierto, al que Fernando Pereira calificó de “bochornoso para la convivencia democrática”. Y otro proyecto, firmado por el nacionalista Pablo Viana, electo por el sector de Juan Sartori. Sobre ese texto, la vicepresidenta de la central sindical, Soraya Larrosa, afirmó que “causa un rechazo de la A a la Z”.
Ahora se sumará un nuevo proyecto, esta vez en la Cámara Alta, redactado por la senadora Carmen Asiaín, perteneciente al sector nacionalista Aire Fresco. Este texto incluirá también otras regulaciones, y el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, consideró que la propuesta parece tener “un tufillo antisindical”.
Como queda claro, se trata de un tema sensible para la central.
Pero no es un tema exclusivamente atado a un gobierno de diferente signo ideológico. Hace un año, el gobierno de Tabaré Vázquez había presentado un proyecto con modificaciones a la negociación colectiva que incluía, de nuevo, esas dos palabras: personería jurídica.
¿Por qué tanto interés en lograr ese cambio? ¿Por qué el movimiento sindical lo rechaza activamente? ¿Qué implica hoy que los sindicatos no estén obligados a tener personería jurídica, y qué sucedería en la práctica si eso se modifica?
Para bajar a tierra este tema, recibimos esta mañana al abogado laboralista Juan Raso, profesor Grado 5 de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de la República.