El centro de la escena

(Dr. César Suárez. Regional Norte del Colegio Médico del Uruguay)

El ejercicio de la medicina más allá de basarse el conocimiento acumulado por el estudio y la experiencia en base a los aportes científicos atesorados a través del tiempo de investigaciones minuciosas acerca de las enfermedades y de la respuesta de los organismos al uso de determinadas drogas que intentan neutralizar síntomas y curar enfermedades, no deja de ser un arte que requiere un encare personal de cada individuo con las características particulares de cada uno, que termina por requerir una solución individual para cada paciente más allá del diagnóstico y los medicamentos disponible.

La relación médico paciente juega un papel trascendente, que supera largamente en la mayoría de los casos, en el resultado final de cualquier otro recurso sobre todo en el largo plazo. Uno puede resolver una situación puntual de salvataje, pero en la continuidad del tratamiento, el papel empático y comprometido del profesional genera la confianza suficiente al paciente que lo hace sentir bien y comprometido con el médico que lo asiste.

Tal lo dicho, no hay 2 paciente iguales por más que tenga el mismo diagnóstico y el médico debe interpretar la personalidad de cada uno y adecuarse porque el diagnóstico va mucho más allá de identificar la enfermedad a la que le pondremos un nombre con lo que evidentemente no alcanza.

Cada paciente acompaña a su enfermedad con una serie de sentimientos, ansiedades, dudas, preocupaciones, etc.; y el médico debe interpretar ese estado emocional hasta que el paciente se sienta verdaderamente comprendido, interpretando su lenguaje oral y corporal.

No es lo mismo un adolescente, un adulto joven, que otro maduro, o un paciente mayor, o anciano, no es lo mismo si trabaja en una oficina, en la construcción, en una chacra, o está desocupado. No es lo mismo si vive solo, si está separado, si tiene hijos o no, si dispone de recurso o no se puede pagar sus medicamentos.

No es lo mismo cuando comprende perfectamente todas las indicaciones o le cuesta comprender, tampoco es lo mismo si el paciente está en condiciones de recordar cada una de las indicaciones o si se las olvidará ni bien salga del consultorio.

Una vez realizado el diagnóstico y elegido el tratamiento, el médico tendrá que asegurarse que ese paciente que tiene enfrente estará en condiciones de cumplir con las indicaciones que acaba de decidir, y además, averiguar si el paciente no está tomando otros medicamentos para otra enfermedad que puedan tener interacciones con los medicamentos que acaba de recetar y obviamente, asegurarse de que el paciente vuelva a control para evaluar la respuesta a las indicaciones porque no todos los pacientes reaccionan de la misma manera ante un mismo tratamiento.

El Colegio Médico del Uruguay tiene como premisa fundamental, que el paciente siempre debe ser el actor principal y permanecer en el centro de la escena atentos a cada uno de los detalles.

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