Emotivo homenaje de la Asociación de Abogados al profesor Jorge Rodríguez Russo
Con un auditorio repleto se cumplió el homenaje al abogado y profesor de Derecho Civil, Jorge Rodríguez Russo, primero en alcanzar el máximo grado académico que otorga la Universidad de la República, el grado 5, desde la Universidad de Salto.
Rodríguez Russo llegó de Artigas en 1985 y se instaló en Salto para estudiar abogacía. Allí se forjó como un estudioso del Derecho Civil y tuvo al entonces director de la Regional Norte y además destacado civilista, Eugenio Cafaro, como maestro del Derecho y según dijo, también «de la vida».
Inició su carrera docente en 1990 en las materias de Obligaciones y Contratos y ha escrito innumerables libros, trabajos y ensayos jurídicos que han impactado en el pensamiento de los grandes juristas uruguayos como el caso de Jorge Gamarra y ha generado además una producción de vanguardia en materia jurídica a nivel nacional.
Toda su carrera como estudiante y docente, incluso la de egresado, la llevó adelante desde Salto no aceptando una serie interminable de ofertas para dejar nuestra ciudad y migrar hacia la capital para trabajar desde allí, algo que conmueve a la comunidad universitaria local que agradece su permanencia y compromiso con el desarrollo de la ciencia jurídica en el norte del país.
Docente consejero de sus estudiantes, sobre todo de los que dejan sus localidades para venir a Salto a estudiar persiguiendo sus sueños, fue reconocido y admirado por todos los que le brindaron su tributo.
Por eso desde la Asociación de Abogados de Salto, en el marco de su 77 aniversario, gremial impulsora de los cursos universitarios en Salto, lo que con el correr de los años se convirtiera en la Regional Norte y hoy en el Cenur del Litoral de la Universidad de la República, le brindaron un homenaje con una serie de exposiciones a cargo de los profesores de Derecho Civil Laura Sasías, Carlos Bordoli y Gerardo Caffera, con quienes Rodríguez Russo ha compartido su labor docente e investigación jurídica todos estos años.
El homenajeado estuvo junto a su esposa la también abogada y salteña, Mary Gil y a la hija de ambos Alfonsina, que estudia Ingeniería.