Faltó debate

Faltó debate, pero hubo al menos una buena exposición de ideas de cada candidato. Los dos dijeron en grandes líneas lo que quieren hacer, señalaron aspectos que pueden marcar su posible gestión, pero ninguno fue contundente, concreto, determinante y tampoco marcaron de forma tajante cuestiones claves para la población, sobre todo y principalmente para los indecisos, como qué va a pasar con el bolsillo de los uruguayos si sigue aumentando el precio del dólar y la inflación se dispara, o cuestiones por el estilo.

Hubo ausencia de debate, de discusión, de controversias, no de peleas o de bochornos, pero sí el ‘show’ que implica una instancia de este tipo, que es la confrontación sana pero fuerte, para que el choque de opiniones impacte en la población y ahí la gente vea las diferencias entre los dos modelos de país que quieren implantar uno y otro candidato.

Hubo altibajos de los dos en temas puntuales, Orsi habló para la tribuna docente en materia de Educación, diciendo que no va a seguir tocando los planes de estudios, como sí lo pidió Delgado defendiendo la Transformación Educativa de Robert Silva, y ahí sí expusieron sus diferencias en torno a la participación sindical en la discusión de los lineamientos de la enseñanza pública del Uruguay.

Pero en temas claves como la economía, Orsi volvió a dar el zarpazo hablando del bolsillo de los jubilados y Delgado se remitió a darle facilidades, mejoras e impulso al sector agropecuario por ser la gallina de los huevos de oro. Uno habló de ayudar para recaudar bien y mejor, y el otro habló de repartir sin decir cómo iba a recaudar.

Aunque todo el tiempo dijeron, hablaron, no se miraron y apenas hubo un frío apretón de manos al final del evento, aún cuando se la pasaron hablando de unidad, de un país sin divisionismos y sin una mitad mejor que la otra, pero no hubo nada de efusividad a la hora de los saludos, solo fue lo protocolar y listo, cada uno por su lado.

Lo del principio, faltó debate, discusión, confrontación que marquen las diferencias de cada uno, porque hubo más debate y discusión entre los anónimos en las redes sociales que donde tenía que haberlo habido que era en el supuesto choque entre los candidatos que nos quieren gobernar.

Faltó el ‘show’ que no sólo capta la atención de las personas, sino que además da lugar a que cada persona pueda discernir en base a las diferencias, las reacciones de cada uno, el temple que manejan en esos casos, si son personas capaces y adecuadas para enfrentar situaciones complejas, que suponen una responsabilidad abrumadora, el nivel de nerviosidad, de dificultades a la hora de tomar decisiones, de intensidad personal, que fue lo que faltó en todo momento.

En definitiva, queremos saber si Orsi y Delgado son buenos capitanes para un barco llamado Uruguay, al que tienen que darle un rumbo fijo, pero con claridad, para llegar a un buen puerto sin tormentas y con cielos despejados. Al menos eso es lo que nos quedamos esperando.

Hugo Lemos

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