Fue guardavidas hace 40 años y salvó a un adolescente de morir ahogado

Jesús Rodríguez tiene 64 años de edad, es un conocido mozo en una de las pizzerías más importantes de Salto y también tuvo un pasado como Guardavidas hace unos 40 años en la zona del río Daymán, cercano a las Termas, aunque es un oficio que sigue cumpliendo hasta hoy y no duda en actuar cuando alguien lo necesita.

Esta Navidad fue distinta, porque sin quererlo, cuando se tomó el día feriado para salir con su familia a pasear a las costas del Río Uruguay, volvió a su antiguo oficio y le salvó la vida a un joven que se estaba ahogando, ante la mirada de impotencia de su grupo de amigos.

No sabe quién es el adolescente al que pudo rescatar de las aguas, ni tampoco volvió a estar en contacto con él, pero «menos mal que estaba ahí, porque al verlo me tiré, no podes dejar que se pierda una vida así nomás», dijo aún acongojado por el momento que le tocó vivir.

Por el feriado de Navidad, unos amigos suyos llegaron de Montevideo y aprovecharon el clima templado de la tarde para ir hasta la zona conocida como Salto Chico, donde las piedras provocan el salto del agua que le dan origen a ese nombre. Cerca está el Ayuí, donde Artigas acampó tras el éxodo y cruzó a lo que hoy es la ciudad de Concordia, en Argentina.

Posando para la foto y paseando por el lugar, observó cómo un grupo de jóvenes «serían de unos 14 o 14 años, no tendrían más que eso, y ni los padres deberían saber que ellos estaban ahí», relató el héroe de esta historia.

«De repente, veo que uno de ellos, que estaba en el agua, pedía ayuda a gritos, mientras sus amigos lo miraban como se hundía en esa zona que tiene varios metros de profundidad», contó Jesús, hasta que no resistió y se arrojó al agua.ç

«Le dije a mi señora, yo me tiro, que sea lo que Dios quiera» y no dudó en hacerlo. «Porque uno que sabe nadar, por lo menos lo intenta», comentó.

Jesús Rodriguez fue guardavidas en el año 1982, «estuve en las Termas, hice todos los cursos ahí en el Club Remeros de Salto y vigilamos la zona (de Daymán), ahí aprendí algo, teníamos que cuidar el pozo en el río Daymán, pero mirá que en esos años que estuve nunca tuve que sacar a alguien, vine a sacar ahora, después de viejo».

Dijo que «fue un momento bravo que pasé, pero bueno, me tiré porque estaban todos los amigos de él mirándolo nomás, eran como 8 o 10, y por suerte lo pude sacar. Le dije en ese momento: ‘bueno amigo quedate tranquilo porque estás a salvo ahora’.»

Contó que el adolescente «estaba en estado de shock, al punto que no le contestaba nada, estaba tan schockeado el gurí, y ahí vi cómo se iba durito, no podía ni caminar, pero son momentos que uno pasa que es medio bravo, no se lo deseo a nadie».

Jesús señaló que en ese lugar, el salto chico del Ayuí, es un lugar donde «no se pueden bañar, porque es peligroso, no sé porqué la gurisada se tira igual, pero ta, menos mal que estaba ahí yo, porque si no hubiese estado el gurí se habría ahogado, ya que no estaba más nadie. Porque había uno pescando pero estaba lejos».

«Yo pensé que era joda, porque él estuvo gritando como 30 segundos, pero cuando vi que se hundió y le costaba salir, ahí me jugué y me tiré a sacarlo, porque uno está mirando y sabiendo nadar, dejar que se vaya una vida, no es nada fácil», narró el experiente guardavidas.

«No sé ni quién es él, ni tampoco le pregunté, pero lo único que le dije fue: ‘quedate tranquilo que estás a salvo ahora’. Y uno queda medio mal también, por eso después de eso, me fui para casa y de noche fui a trabajar a la pizzería», terminó narrando Jesús Rodríguez, el héroe de la Navidad.

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