Ganó la amistad
Las buenas amistades no se rompen con nada. Ni con las distancias, ni con el paso del tiempo, ni siquiera con los intereses diferentes que puedan generarse por circunstancias puntuales, cómo la de jugar ocasionalmente en equipos diferentes, defendiendo pasiones distintas.
En el partido que por la Liga de España disputaron Barcelona y Atlético de Madrid, dos amigos volvieron a juntarse, a reír y a sentirse unidos en todo, menos en el arco que tenían que hacer goles porque los intereses profesionales de ambos ocasionalmente así lo demandan.
Luis Suárez y Lionel Messi son dos astros del fútbol mundial, que nacieron a muy pocos kilómetros de distancia en dos países diferentes que están unidos por una misma historia.
Ellos dos, que son dos deportistas clase A, mostraron su afecto, amistad y unión, más allá de lo que su trabajo adentro de la cancha y defendiendo dos pasiones, les haga dividirse.
Esa notable imagen estampó el triunfo de la sólida amistad.
Hugo Lemos