La octava persona aparecida (la segunda en este gobierno) era un militante sindical
Luis Eduardo Arigón Castel, octava persona desaparecida cuyos restos fueron recuperados, era padre de dos hijas, fue empleado de la librería Heber Saldivia en la Galería del Notariado (desde 1968) y era militante del Partido Comunista del Uruguay y del Frente Amplio.
Además, era dirigente de la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria (FUECI) y de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT).
El 14 de junio de 1977 Arigón Castel fue secuestrado en su domicilio en un operativo donde participaron represores de civil y soldados que se identificaron como miembros de las Fuerzas Conjuntas.
Fueron testigos del secuestro y allanamiento de la casa, su esposa e hijas. Varios testigos lo identificaron siendo sometido a torturas en La Tablada.
Su detención se dio en un operativo, que según los testigos, estaba comandado por un hombre de particular, no muy alto, bastante rubio y con patillas, acompañado por cuatro soldados uniformados de color verde y armados, según informó Sitios de la Memoria.
La familia Arigón, compuesta de tres hermanos, vivía en una casa de tres plantas ocupando cada uno un piso.
Los agentes de seguridad ingresaron al primer piso pidiendo documentación, hasta llegar a la casa de Luis Eduardo Arigón. Allí pidieron sus documentos y se llevaron los libros en un auto Fiat de color blanco. Arigón fue conducido en una camioneta militar acompañado por los cuatro soldados.
El operativo contra la Fracción Sindical del PCU tuvo como resultado la muerte de un militante comunista (Humberto Pascaretta Correa) y la desaparición de Arigón Castel y otras tres personas: Óscar José Baliñas Arias, Óscar Tassino Asteazú y Amelia Sanjurjo Casal.
Según el Informe de la Comisión para la Paz (2003) y el de las Fuerzas Armadas al presidente de la República (2005) su muerte se produjo a raíz de las sistemáticas torturas recibidas desde su detención.
Sus restos fueron encontrados en el Batallón 14 a fines de julio pasado, y el fiscal de delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe, confirmó que murió por muerte violenta.
(En base a El País)