Lima logró que se hable de él en los medios como precandidato, aunque su objetivo es el parlamento
Andrés Lima ha logrado colarse entre los principales nombres del Frente Amplio a nivel nacional.
En todos los medios que hablan de los precandidatos a presidente por la coalición de izquierda, aparece el intendente salteño que cada semana sale a recorrer el país construyendo su campaña electoral nacional, algo nada fácil, sobre todo para un político del interior, que quiere hacer que lo conozcan en todos los rincones del Uruguay.
Esto, a cuesta de un gran cuestionamiento por parte de la oposición política de su propio departamento, que le reclama estar más tiempo en Salto por los problemas estructurales que tiene el mismo.
Salto es actualmente el departamento con mayor nivel de desempleo en el interior del país, con un 13,3 por ciento y tiene además casi 30 asentamientos irregulares, donde viven cientos de familias bajo la línea de pobreza.
Aunque también está la otra cara, hay actualmente una serie de inversiones que se están ejecutando como los casos de varios desarrollos inmobiliarios, proyectos de inversión turística, logística y comercial con varios millones de dólares en juego y a la vez circulando, derramando en empleo y ventas para un alicaído comercio local.
Lima, mientras tanto, salió a jugar a la cancha grande, del Dickinson quiere llegar al Centenario, pero para eso el entrenamiento le requiere viajar por todo el país y hablar en término de uruguayos y ya no de salteños.
Aparece en las encuestas y su cara es conocida en los noticieros capitalinos, logrando el objetivo inicial de marcar presencia.
Pero por el contrario ha tenido dificultades hacia la interna de su propio gabinete, que presenta una unidad necesariamente forzada aunque los sesgos de diferencias entre varios de sus integrantes están a la vista.
Aprovecha la falta de ofensiva de su principal contrincante, el nacionalista Carlos Albisu y por ahora todo indica que cerrará el año por lo menos tranquilo. El último del periodo para trabajar institucionalmente sin sobresaltos, porque a partir de ahora, todos miran ya de lejos, las urnas.
Empero, el 2023 le demandará una agenda más difícil, más exigida de recorridas y salidas permanentes para un intendente que no puede descuidar su propio departamento, de lo contrario no tendrá parámetros para posicionarse.
Con todo, Andrés Lima logró su objetivo, se habla de él en todo el país y la próxima fase de su carrera la busca en el Parlamento, habrá que ver como sortea los escollos que se le presentarán en los tiempos venideros para poder pasar a ese nivel, mientras tanto va con rumbo cierto y bien marcado.