«Los trabajadores pagan con su vida», reclama edil Comunista
Hoy hace exactamente una semana que se daba a conocer “un brote en una empresa frigorífica con 99 casos activos al momento” (a ese momento) Hoy se estima que alrededor de 120 o 130 trabajadores de la empresa han cursado la enfermedad. Es el contagio más importante en número de personas, dado en un mismo lugar de trabajo, que hayamos tenido conocimiento. Pero, ¿qué medidas se tomaron? ¿Qué se sabe de la evolución de la salud de esos trabajadores?
La industria frigorífica en Salto es el tercer sector que involucra más trabajadores. En nuestro departamento hay tres frigoríficos y el mencionado en cuestión es el que más mano de obra emplea. El frigorífico “La Caballada”, como lo conocemos a nivel local, cuenta con una plantilla de casi 700 trabajadores, sin contabilizar los tercerizados del transporte y encargados de los deshechos que a diario entran y salen de la planta. Se sabe que el foco de contagio se dio en el sector del “desosado” donde 99 personas contrajeron la enfermedad y debieron abandonar la tarea simultáneamente. Sin embargo, lejos de lo que pudiéramos pensar, le empresa no
detuvo su funcionamiento ni ritmo de producción. Es que en este sistema, que prioriza el capital a la vida de las personas, la salud y la vida de los trabajadores son una nimiedad.
A falta de personal, se trae uno de otro sector ¡total! el trabajador es un eslabón reemplazable… A riesgo de perder productividad, se presiona sobre el plantel empleado ¡total! es responsabilidad del trabajador que se culmine la tarea… En este esquema promovido,
apoyado y protegido desde el gobierno nacional, la economía no se detiene mientras los trabajadores, como fichas de dominó, van cayendo. Hay una política nacional claramente trazada pero hay también una responsabilidad hacia la salud de la población que no puede obviarse. Esta responsabilidad se ejerce desde los ministerios, como miembros del gabinete del Poder Ejecutivo. Por un lado el Ministerio de Salud Pública (MSP) encargado de establecer las políticas y estrategias en materia de salud públicas y, por otro, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) cuyo cometido – entre otros – es el de protección de la sanidad en
los procesos de producción.
Al momento de redactar este texto hay 1.644 personas cursando la enfermedad en Salto con 342 casos positivos en el día de ayer. ¿Hasta cuándo el discurso hegemónico seguirá insistiendo en que se trata de una responsabilidad individual? ¿Hasta qué punto la “libertad responsable” es aplicable cuando quienes trabajan no tienen opciones?
Prof. Marcela Da Col
Edil 1001 – FA