No de nuevo
Por: Dr. Pablo Vela. Partido Colorado
Más cerca de los procesos eleccionarios que arrojaran a quienes sean electos convencionales de cada lema, quienes sean electos representantes parlamentarios, quien será nuestro próximo presidente y finalmente nuestros ediles, más bajo es el nivel que muestra la política local.
Estamos en plena “epidemia” de fotos por cualquier tipo de encuentro que se genera, que al salteño en general, al que vive el día a día, el que trabaja o el que busca trabajo, poco y nada le interesa o al que tiene que pensar en un tratamiento médico o al que la crianza de sus hijos poco tiempo le deja para ver fotos o escuchar hermosas palabras vacías sin sentido (algunas inclusive dignas de personas que no parecen estar en eje) le genera bronca, impotencia o desilusión.
Por eso, desde el lugar que hoy nos brinda TERCERA VÍA, desde este nuevo sector que pretende ser el “refugio” de esos desencantados, bregamos por una urgente planificación de lo que se viene, primero dentro del Partido Colorado y luego, porque así lo entendemos, dentro de la necesaria Coalición Departamental, de la única que debe existir con los mismos socios que integran la coalición nacional porque de lo contrario otra vez , increíblemente, le estaremos dejando en bandeja el gobierno departamental a personas que han demostrado parecen estar capacitada únicamente para ofrecer cargos en la Intendencia a cambio de militancia, dicho por “importantes dirigentes frenteamplistas”, no por quien escribe esta columna.
Diálogo, planificación, comunicación, no se debe demorar en generar los primeros encuentros buscando puntos de coincidencias y también no temerle a las diferencias que las habrá pero que Salto deberá estar por encima de ellas.
Salto espera, perder una nueva elección departamental por caprichos personales no puede ser perdonado por los salteños y enviaría a varios “cargos de confianza” al ostracismo absoluto.
Y aunque previamente deberemos asistir a una elección interna de cada Partido Político, una elección de representantes parlamentarios y una elección presidencial, lo de mayo de 2025 amerita una ingeniería electoral tan pero tan complicada que no parece prudente perder tiempo, seguir perdiendo tiempo.
