Podemos reducir el daño

Que 119, que 127, los números de cantidad de personas infectadas que arrojan las autoridades sanitarias cada día, no reflejan ni por asomo lo que implica para una persona o peor aún, para una familia entera, estar enredado con este virus. La situación se ha venido dando en los últimos tiempos con mayor profundidad en nuestro medio, cuando desde finales del mes de diciembre se han multiplicado los casos. 

Según la directora general del MSP, Karina Rando, en Salto hay 14 brotes intrafamiliares que se han generado por el trasiego de personas desde Montevideo a Salto durante las fiestas tradicionales, donde entre 8 y 10 mil salteños cruzan la frontera departamental en esas fechas para ir y venir a ver a sus familias o también a vacacionar en las soñadas playas del este uruguayo. 

Todo esto ha determinado que haya un incremento del problema que como sociedad ya estamos padeciendo desde hace prácticamente diezmeses, pero la falta de conciencia en la población en general, aunque sobre todo en los más jóvenes ha sido determinante para que haya una proliferación del virus a niveles insospechados después de un año donde la situación parecía dominada en nuestro país, que hasta legamos a ser ejemplo para el mundo por el cotrol de la pandemia. 

Lo cierto es que por ahora la situación puede llegar a ser controlable, pero el problema pasa porque la población tome recaudos y haga un esfuerzo por bajar el número de personas infectadas, aminorando el trasiego de un lado a otro y evitando contactos innecesarios, que por ahora, son la minoría, porque reducir los encuentros familiares y las amistades, es un tema que nos afecta en lo personal y en lo general, pero si logramos entenderlo, capaz que podamos reducir el daño.

Cuando una familia está esperando un hisopado o tiene un contacto positivo, el sufrimiento es grande, los problemas se multiplican y las complicaciones pasaron a ser el centro de la discusión. Evitemos esto, sabemos que podemos hacerlo.

Hugo Lemos