Una guerra entre los que quieren volver y los que se quieren quedar

Los uruguayos elegiremos el domingo al próximo presidente de la República y se trata de un hecho histórico. ¿Pero con cuánta seriedad se ha tomado este asunto por parte de la población? Poca y eso preocupa, porque habla de la calidad de la democracia que tenemos, donde la gente no considera relevante la participación política y cuestiona la autoridad moral de los candidatos de todos los partidos, para decirles qué es lo que está bien y qué lo que está mal en sus propias vidas.

La discusión del próximo domingo es entre los que estuvieron antes y fueron sacados mediante el voto popular, pero ahora quieren volver a entrar, y los que entraron en ese cambio de figuritas en el 2020 y ahora no se quieren ir. Hay una especie de guerra entre ellos porque los dos creen que tienen razón y sobre todo derecho a estar ahí, porque dicen haberlo hecho uno mejor que el otro.

Aunque ninguno de los dos propone mucho recambio más allá de alguno que ahora se suma creyendo que puede aportar renovación e ideas nuevas a las viejas estructuras que todos ya conocemos.

La burocracia estatal seguirá viva, los problemas sociales persistirán, la inseguridad no tendrá grandes cambios y la economía podrá tener un crecimiento o un estancamiento, todo dependiendo de los factores internacionales como la estabilidad del dólar en Estados Unidos con un nuevo gobierno más proteccionista en el mercado interno que el actual, el posible recrudecimiento de la guerra de Rusia y Ucrania que termine rompiendo todo, países que nos compran carne y lana que tanto deja a rentas generales en impuestos, la región dividida entre un gobierno liberal en Argentina y uno más estatista como el de Brasil, es decir, todos golpes de afuera que le marcarán el pulso en gran medida al Uruguay, sin importar si es Delgado u Orsi, u Orsi o Delgado, el próximo presidente.

Pero los uruguayos quieren poder pagar las cuotas de las cosas que compraron, tener su casa, poder vivir tranquilos con acceso a la educación y la salud, y gozar de las libertades públicas, algo que parece simple pero que depende mucho de la concepción de libertad y de intervención del Estado que tenga cada gobernante.

Por lo tanto, el próximo domingo elegimos presidente, está bueno que la gran mayoría de la población se involucre en este tipo de instancias, piense y elija, porque se trata de un evento fundamental para nuestra vida como país durante los próximos 5 años.

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *