Blanca Rodríguez, de la ecuanimidad periodística a competir con sus entrevistados
La irrupción de Blanca Rodríguez en la actividad política era algo esperado. Todos sabían de su condición frenteamplista y esperaban que al anunciar su retiro del periodismo, pudiera incorporarse al sector de un político al que ella respeta y admira mucho, desde siempre, como José Mujica.
«Tengo la última jugada», señaló el ex presidente de la República y ex líder tupamaro, en una entrevista con Radio Sarandí días pasados. Y esa carta era, nada más y nada menos, que la afamada periodista que un día decidió anunciar a través de un reportaje en la CNN, que dejar el noticiero que conducía hacía 34 años, era una realidad temprana.
Lo de Blanca Rodríguez no sorprendió por su condición de frenteamplista, pero sí ahora con todo estos anuncios y su tónica discursiva en su presentación, dejó ante muchas personas que así lo han manifestado, al menos suspicacias, sobre varios de sus enfoques o entrevistas, donde las autoridades del gobierno actual se molestaban y referían a la condición de frenteamplista de la entrevistadora.
Además porque fue el propio Mujica que reveló que organizaron la incorporación de Rodríguez desde la clandestinidad, con reuniones secretas hasta para el propio MPP, en la chacra de José Mujica, mientras ella todavía estaba al frente de Subrayado, algo que no cayó muy bien en filas periodísticas, debido a que la conductora siempre traducía un parámetro de honestidad y ecuanimidad a la hora de informar, algo que ahora, por lo menos genera dudas.
El historiador José Rilla publicó hoy en su columna de Montevideo Portal, un título que a mi juicio se vuelve exacto, dijo que el Frente Amplio fue «tras una influencer», con el fin de mejorar su caudal electoral, ya que mientras Rodríguez hablaba en el noticiero y tenía una «buena imagen pública», se reunía con el líder del MPP en su casa para fabricar su candidatura política.
Tiene todo el derecho a hacerlo, fue correcto que dejara el periodismo para dedicarse a la actividad política, lo que sí hace ruido es que su imagen pública si bien se construyó en base a ser una persona ecuánime y equilibrada, ahora se resquebraje por convertirse en candidata y disponerse a competir por un cargo en el parlamento con los que estaba entrevistando.
Hugo Lemos