Salto volvió a una peligrosa normalidad
La gente salió a abarrotar las calles y el centro estuvo repleto por varias horas. No hay distancias en las filas y tampoco lugares para estacionar.
La gente salió a cobrar, a pagar y a comprar pero también a pasear. No hay tregua al compás de espera, la población no quiere quedarse en casa y aprovecharon los mensajes de estímulo que dio el gobierno acerca de que no hay casos pata salir a la calle. Definitivamente no entendimos nada.