El fantasma de los tickets de alimentación
Gana fuerza la idea de que los empleadores públicos y privados tengan la posibilidad de pagar un porcentaje de los salarios en tickets de alimentación. La idea comenzó a cimentarse como una opción para que los comercios de plaza se aseguren aunque sea una venta mínima al mes, con el fin de soportar las grandes pérdidas que están teniendo en función de la fuga masiva de consumidores al otro lado del río.
Hay una realidad concreta y es que la diferencia cambiaria con Argentina no va a achicarse a corto plazo, mucho menos en el año electoral argentino, donde las promesas de un mejor país están arriba de la mesa por parte de todos los candidatos y en ese caso, tocar las estructuras de la economía con reformas fiscales que busquen consolidar la moneda para que no se siga devaluando, no es una opción.
Por esa razón, se están buscando medidas paliativas para que cuando la gente cobre su salario, al menos deje un 20 por ciento del mismo en Salto, los comercios puedan seguir subsistiendo y por ende, el empleo, cuya estabilidad se cae a pedazos y su calidad se deteriora cada día más.
Estamos llegando al 15% de desocupación, guarismo similares a los 2002. Hay casi 10 mil personas en este departamento de apenas 135 mil habitantes, que no tienen trabajo, que para comer buscan cuál es la olla popular del barrio que sea, que sabe que cuando cierra la escuela el fin de semana tienen que rebuscarse para que sus hijos tengan un plato de comida, que a su vez se cuelgan de la luz y del agua porque no pueden pagar los servicios básicos, y todo un cúmulo de factores que ha empeorado en los últimos años.
Uno no culpa a los gobiernos, los hace responsables de no tomar las medidas adecuadas que impacten de lleno en las soluciones de este tipo de problemáticas. Culpar es fácil, pero lo importante es que se hagan responsables de las cosas y que tomen las medidas adecuadas para poder encontrar las soluciones que todos queremos.
Nadie quiere gastar 10 pesos, si sabe que puede gastar 5 por la misma compra, pero hay que ver cómo impacta tomar esa decisión. Porque si lo hacemos de forma masiva como lo está haciendo todo el mundo en Salto y en todo el litoral, las cosas van a terminar muy mal. Y cuando queramos acordar va a haber tanto desempleo y poca recuperación del comercio, y las soluciones no van a venir del otro lado.
Pero es responsabilidad de los gobiernos tomar medidas de fondo. Quizás habilitar los pagos con tickets de alimentación sea una medida que genere más lío que otra cosa, porque los sindicatos van a hablar de que se restringen libertades y los empresarios de que hay que tomar decisiones drásticas como si estuviéramos en una guerra.
Ojalá haya medidas contundentes y acuerdos entre todos, para que podamos ver el futuro inmediato con un poco más de perspectiva positiva.