Que los Derechos Humanos se cumplan acá y también allá

Cada 10 de diciembre celebramos el Día Internacional de los Derechos Humanos, el mismo se origina con la creación de la Organización de las Naciones Unidas en 1948 en esta misma fecha tras la Segunda Guerra Mundial, que había partido al mundo en pedazos y se creó a instancia de las principales potencias, con ánimo de que haya una unión política que predomine, en un mundo que entonces aún estaba dividido por dos superpotencias que se disputaban el liderazgo político mundial, Estados Unidos y la ex Unión Soviética.

Pero luego vinieron los pactos internacionales, las convenciones regionales y los tratados bilaterales. Mientras tanto, se sucedieron las dictaduras en nuestro continente. Primero Cuba, Uruguay, Brasil, Chile, Argentina, Bolivia, Perú, democracias endebles en los pocos países que seguían funcionando.

Actualmente y mientras hablamos de las violaciones de derechos humanos que dejaron las perversas dictaduras militares en nuestros países, miramos sin decir nada lo que pasa en Cuba, Nicaragua o Venezuela, donde existe una sistemática violación a los derechos humanos, con supresión de las libertades políticas, donde no existe la libertad de prensa y mucho menos las garantías individuales.

Vivimos en una sociedad donde hay actores relevantes que defienden lemas, sloganes y presuntos dogmas, los que ni siquiera respetan al pie de la letra y solo los invocan para justificar su rol en la sociedad, pero miran para el costado ante una injusticia y no denuncian la corrupción de la que terminan siendo parte.

Los derechos humanos que deben defenderse no son solamente los que fueron vulnerados en el pasado reciente, donde el Estado uruguayo aún tiene un debe con los familiares de aquellas personas que fueron detenidas y que las asesinaron y desaparecieron, sino también los que se violan cada día, cuando una mujer no accede a un medicamento, un niño no va a la Escuela y una persona no puede ponerle un plato de comida en la mesa a sus hijos.

Y estas cosas pasan en el Uruguay de hoy, pero no solo en los últimos 4 años, sino además en todos los 15 años de gobierno del Frente Amplio con mayorías parlamentarias con las que pudieron hacer y deshacer, y también en los gobiernos anteriores a esos.

Entonces, cada 10 de diciembre, debemos invocar la importancia de hacer valer los Derechos Humanos, gritando por las injusticias, exigiendo que se cumplan y respeten los pactos nacionales e internacionales que suscribimos como nación libre, soberana y democrática; y exigir que los derechos humanos sean respetados hoy y siempre, en Uruguay y sobre todo en esos países que a algunos políticos, a veces no les conviene nombrar.

Hugo Lemos

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