A 5 años de vivir un gran aprendizaje

Hace 5 años todo cambió de un momento a otro. Todos nos acordamos de dónde estábamos parados en ese momento y cómo nos llegó la noticia. La mayoría seguramente no supo qué responder al asunto y otros quisimos saber de qué se traba para intentar comprender lo que nos estaba sucediendo.

Fue el día en que todas las que cosas se detuvieron, todo se frenó y pusimos una pausa obligada para entender nuestra realidad en ese momento.

El nuevo gobierno de entonces estaba anunciando que había ingresado al país un virus que estaba golpeando globalmente y que había generado niveles de contagios récord y que en gran parte de la poblaciones, causaba serios problemas de salud, abarrotando los hospitales y asfixiando los mecanismos de respuesta en lugares donde uno jamás pensaría que eso pudiera ocurrir.

Hubo un frenesí en minutos, como la asistencia masiva a los supermercados para comprar víveres y poder ir a encerrarse en sus casas, largas filas en las farmacias para adquirir tapabocas y alcohol en gel, que increíblemente subieron rápidamente de precio en plena emergencia sanitaria, y después la incertidumbre de qué era lo que iba a pasar y en consecuencia, desde mi rol, qué cosas íbamos a informar.

Yo estaba en un hotel de las Termas del Daymán, pasando un fin de semana con mi familia, y vi con mismo propios ojos cómo los turistas huían de Salto hacia el Sur por un erróneo comunicado emitido en ese momento por las entonces noveles autoridades departamentales de la salud, que advirtieron la necesidad de hacer un «cierre departamental».

Eso generó un caos tremendo y determinó que la gente huyera despavorida ante el temor de quedar «encerrada» en Salto.

Al rato recibí una llamada de Eduardo Preve para invitarme a trabajar en el noticiero de Canal 10, Subrayado, en el que estoy hasta el día de hoy, para el cual comencé a informar lo que estaba ocurriendo, lo que me obligó a ponerme a tiro con la información.

Algo que me quedó en la retina de todo aquello, fueron las ollas populares comenzaron a pulular por toda la ciudad, muchas de ellas alentadas por militantes y dirigentes del Frente Amplio, que culpaba al reciente gobierno de Lacalle Pou de ser los culpables de lo que llamaron «emergencia alimentaria».

Pero ese gobierno, había asumido hacía dos semanas. había hambre, desempleo, desocupación e inseguridad, pero los principales responsables y no culpables, porque estas cuestiones son multifactoriales, eran los gobiernos anteriores al 2020, que no dejaron si se quiere, el escenario más alentador para enfrentar una pandemia de esa magnitud.

Las ollas populares se incrementaron hasta el mes de setiembre de ese año, donde llegaron a haber 62, también producto de una campaña electoral que debió trasladarse por única vez en función de lo que estaba pasando, y luego descendieron, ya que hubo un plan de asistencia estatal con refuerzos a beneficiarios del Mides, entre otras cosas.

Se perdieron cientos de vidas en el departamento, hubo problemas en la atención de salud que dejaron al descubierto las graves falencias que tiene el sistema de atención en la población y vivimos una realidad que nos mostró que el país no estaba en condiciones de enfrentar un problema de esta naturaleza.

Pero por otro lado, también vimos un gran compromiso de muchos integrantes del personal de la salud público y privado de nuestro medio con la población, así como también debemos reconocer a un gran ejército de vacunadores, que poniendo su mejor cara dieron lo mejor de sí para intentar ayudar a salvar vidas.

La ciencia cobró relevancia y los científicos fueron valorados en su justa medida, quizás no como los artistas o de los deportistas de élite, pero sí como reconocidos por su aporte a la sociedad, con su conocimiento al servicio de la gente.

Aunque por suerte, las cosas pasaron, sorteamos con relativo éxito esa crisis y el Uruguay volvió a ponerse de pie.

Es bueno recordar entonces, que pasamos por una situación dura y difícil, que nos debe dar una enseñanza de que ante la adversidad hay que unirse y dejar de lado las pequeñas diferencias que en realidad tenemos.

Hugo Lemos

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