Falleció Jorge Pereira, el director del Liceo 4 que marcó época
Jorge Pereira falleció el pasado 30 de mayo. No hubo pomposidad en sus honras fúnebres ni tampoco una movilización importante que lo reconociera. Pero sí es importante rendirle tributo.
Jorge fue durante 14 años el Director del Liceo 4 «Horacio Quiroga» de Salto, entre los años 1985 y 1999.
Ese centro educativo está ubicado en la zona sur de la ciudad y fue creado hace 50 años por el gobierno de la época, apostando a darle oportunidades a los jóvenes de esa zona que entonces era periférica.
Ahí terminaba el cordón urbano de Salto y muchos de sus jóvenes no podían, o al menos se les dificultaba el doble, acceder a su formación en enseñanza secundaria, sino era por contar con un centro educativo cerca.
Y Jorge, el Director, sabía muy bien eso. Llegaba en su moto todos los días, en épocas en que los docentes e incluso los directores de Liceo no ganaban un sueldo decoroso como ahora y mucho menos podían acceder a un automóvil con facilidad, como pasa actualmente.
Pero llueva, truene, con el sofocante calor o con un frío que congelaba los huesos, Jorge Pereira, llegaba cada día con el casco puesto, de camisa y corbata, para dar el ejemplo de ser el primero en llegar y el último en irse.
Había que mantener el Liceo abierto todos los días, porque los jóvenes de la zona tenían derecho a tener un lugar donde educarse y eso no se hace sólo, sobre todo en aquella época, sino había un director como Jorge Pereira.
Días pasados el profesor y periodista Jorge Pignataro, tuvo la genialidad y el esfuerzo de elaborar un suplemento por los primeros 50 años de ese magnífico Liceo de Salto, que hoy dirige el profesor Silvio Previale, pero por el que también pasaron otros docentes como Ana Lía Etchart, entre otros, pero que recuerda la gesta de esa institución y los docentes que con verdadera vocación por enseñar, llegaron cada día a lo largo de todos estos años.
Tras su fallecimiento, en silencio pero en paz, es importante escribir estas lineas en reconocimiento a Jorge Pereira por su verdadera vocación docente.
Hugo Lemos