Hacían ‘ring raje’, uno que cayó en la broma se ofuscó, los corrió, los lesionó y fue denunciado
Un grupo de jóvenes que se estaba divirtiendo, como todos los chicos de su edad, hizo una broma que terminó mal. Ocurrió en los últimos días y en pleno centro de la ciudad de Salto. Todo comenzó cuando uno de ellos hizo el clásico ‘ring raje’, un método de tocar timbre en una casa y salir corriendo, para evitar ser visto y desconcertar al dueño de casa. Práctica que viene de generaciones anteriores.
Pero cuando un grupo de adolescentes intentó llevar a cabo un hecho similar, uno de los «afectados» por el sonido del timbre salió en busca de los autores de esa broma hasta que dio con ellos, los tomó por la fuerza y los llevó hasta una comisaría para que dieran explicaciones, lesionando a uno de ellos.
Los familiares del joven se comunicaron con laguardia y expresaron su malestar por la reacción de esta persona, que consideran tan «inapropiada» como «exagerada».
«Estaban haciendo ‘ring raje’, todos los gurises, tocaron en una puerta de una casa en el centro, se fueron, y siguieron en la suya. A la vuelta había una persona que los estaba esperando y los culpó de haber sido los que le habían tocado timbre en su casa. Los asustó, los enfrentó y les dijo que iba tomar represalias», contaron los familiares a laguardia.
«Mi hijo corrió varias cuadras, incluso pidiendo ayuda para que esta persona no lo agrediera, pero nadie hizo nada, hasta que después de tanto correr, paró en la zona del club Salto Uruguay para descansar. Y ahí apareció esta persona, y la llevó de a rastros hasta la Seccional Primera de Policía, le sacó el celular y los documentos, y lo amenazaba. Pero cuando llegó a la Policía, le dijeron que no podía hacer eso, que tenía que llamarlos antes y que ellos iban hasta el lugar a constatar el hecho, que el hombre debía dejarlos actuar», contaron.
Tras lo ocurrido, los familiares dijeron que «ahora pusimos las cosas en manos de un abogado y queremos denunciar a esta persona por violencia», señalaron que están molestos y preocupados por la reacción de esta persona de la que dicen «tuvo un ataque de ira».
Aunque los familiares lamentaron «la molestia que pudieron haber causado» los jóvenes, reconocen que se trata de una «práctica jocosa habitual que trasciende generaciones» y «hay que tomarlo como tal, un reto, una queja, bueno, pero no un hecho de violencia de estas características que nada bueno le deja a los jóvenes».
Ahora hay una denuncia que deberá dilucidarse ante la Policía, donde las autoridades deberán intentar dar un mensaje acerca de que este tipo de situaciones violentas, nada bien le hacen a la convivencia pacífica.