Lo que EEUU nos dejó

El triunfo de Joe Biden en Estados Unidos cambia el rumbo de la política en ese país, insignia de la democracia en el planeta.

Eso marca un punto de inflexión de que con totalitarios el mundo no quiere nada, sino que buscan un mediador que ayude a que el sistema político que marca la tendencia de como debe funcionar un país, siendo Estados Unidos uno de los más influyentes, muestre más mesura y calidad de democracia.

Los gobiernos no pueden ser dueños de los destinos de los pueblos como pasa en los totalitarismos de derecha o de izquierda, ni tampoco meros reguladores como pretenden los liberales, sino que deben ser los padres protectores de la población para asegurarles calidad de vida, de libertad y de democracia.

Uruguay ha cambiado el rumbo en los últimos tiempos, buscando mayor responsabilidad en el ejercicio del Estado sobre la población. Pero no quiere que ese corrimiento si se quiere a la derecha, se vuelva un rumbo establecido que termine cortando conquistas sociales, que no son ni de izquierda ni de derecha, por equilibrio fiscal.

Las cuentas públicas son importantes en cualquier país, pero estas no deben horadar la base de justicia social que logran los pueblos, que deben ser en definitiva, los que marquen el rumbo de las Naciones.

Es decir, en un momento determinado los uruguayos eligieron gobiernos que pusieran el foco en lo social y cuando creyeron que esa meta ya se había cumplido, alternaron por un país más responsable y serio en la.economia nacional. Aunque no quiere decir que ese sea el rumbo definitivo, porque si el pueblo entiende que se dañan sus principios, anhelos y esperanzas, y sobre todo sus logros, no tiene prurito en volver a cambiar.

Eso ocurrió en Estados Unidos, donde eligieron a Trump porque necesitaban un país que priorizara al norteamericano por sobre todas las cosas, el cual reclamaba estar siendo olvidado por una política aperturista, que lo postergó a el en sus intereses.

Pero ese cambio solo generó segregacionismo, abuso de poder, hermetismo y pérdida de calidad democrática.

Hoy los estadounidenses no dudaron en cambiar su gobierno, para mostrarle al mundo que ellos no son lo que Donald Trump enseñaba como su máximo representante, sino que son y han sido otra cosa muy distinta.

Y así como ellos, en Uruguay tenemos la suerte y el destino forjado por nuestro pueblo de volver a hacer lo mismo, es decir, de cambiar nuevamente en caso de que sea necesario.

Y ese mensaje de los ciudadanos hacia los gobernantes, es lo mejor que puede tener un país serio y realmente democrático.

Hugo Lemos
Laguardia.uy

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