Los desafíos de Salto que el gobierno electo debe entender y ayudar

El gobierno nacional que asumirá el 1º de marzo tiene varios desafíos que por ahora no ha expresado con claridad, cómo va a asumirlos. Uno de ellos es la situación del empleo, otro el de la seguridad social y tercero el de la economía dirigida a regiones específicas, como el caso del litoral uruguayo, donde está Salto, en el que no se ha marcado con claridad qué cosas quieren hacer para mejorar las condiciones de vida de los que aquí vivimos.

En el caso del empleo, Salto ha sido de los que siempre sufre más cuando hay algún sacudón en la economía. Tal como pasó en el 2002 cuando ocurrió la crisis económicas más importante de los últimos tiempos, o como también impactó en el segundo gobierno de Tabaré Vázquez, donde las empresas empezaron a cerrar y el desempleo a crecer por la ausencia de inversiones, ya que hubo una sola y fue la de UPM 2, pero que no impactó en esta zona del país ni en muchas otras.

O también cuando en la era post pandemia reabieron las fronteras con Argentina; y como el valor del peso de ese país estaba por el suelo y Uruguay sigue siendo mucho más caro para vivir, los principales productos subsidiados por el gobierno argentino estimularon a las compras masivas del otro lado del río y a que las empresas y comercios locales sufrieras un embate sin precedentes, que terminó con despidos, cierres de locales y seguros de paro.

Entonces el gobierno tiene que poner el foco, porque así lo prometió, en los trabajadores que ganan un sueldo mínimo pero también en darle oxígeno a las empresas que los emplean, que por lo general, no son las más grandes del país.

Así como con los trabajadores del sector público, que ahora, seguramente por el discurso que dieron en campaña los futuros gobernantes, le aumentarán el salario a los funcionarios del estado para que vivan mejor, tal como lo reclamaban los sindicatos.

Así que el tema empleo, parece estar solucionado.

Pero el de la Seguridad Social es un bruto lío. Porque los principales dirigentes del Frente Amplio y las futuras autoridades que tendrán más poder en el gobierno que asume en marzo, gobierno que como dijera una vez en tono jocoso Pepe Mujica cuando entraba por primera vez al parlamento en 1994, «si no vienen los milicos, se queda 5 años», no están de acuerdo con fijar la edad de jubilación a los 60 años de edad y tampoco con subir las jubilaciones a niveles más allá de lo que las arcas del sistema previsional puedan soportar.

Aunque el movimiento sindical, sus dirigentes y el Partido Comunista, integrado básicamente por dirigentes del movimiento sindical de todas las ramas, van a hacer fuerza desde el Parlamento para que eso pase y ahí habrá un choque de poder entre el Ministro de Economía, Gabriel Oddone, que ya dijo hasta el cansancio que la edad de jubilación va a ser a lo 65, y que si se la cambian, se a y lo deja al futuro presidente Orsi sin ministro, pero a los sindicalistas y a los comunista exigiendo lo que ellos le dijeron a sus votantes que pasaría, si les daban el voto en octubre.

Así que si pasa lo de la edad jubilatoria, habrá primero un cortocircuito interno y luego el mismo se podría trasladar a las calles, salvo que la negociación política no lo permita y en eso de negociar, los comunistas no son tan malos.

Y en tercer lugar, esperamos aún que el futuro gobierno hable de la economía del litoral, porque no han dicho qué van a hacer aún, no lo han expresado con contundencia y preocupa y mucho que tampoco hayan sido claros con una medida económica que ha costado conseguirla por los salteños, y que es muy efectiva, como es el descuento del 40% del precio en las naftas del litoral.

Esto, sumado a la quita de los subsidios a los combustibles por parte del gobierno argentino de Javier Milei, lo que encareció las naftas del otro lado y emparejó los precios con el litoral uruguayo, fueron drásticamente positivas para recuperar las millonarias pérdidas que tenía el comercio del litoral uruguayo.

La última vez que el ahora presidente electo, Yamandú Orsi, vino a Salto, fue el 28 de setiembre del año pasado, a hacer campaña política. Hizo un acto en la plazoleta Benito De Paula en el barrio Salto Nuevo y no volvió más, ni en octubre, ni en noviembre, porque entendía que Salto y el norte del país podía ganar la elección sin un acto suyo, al menos eso me dijo su jefe de campaña, Alejandro «Pacha» Sánchez.

Ese día hizo una conferencia de prensa en la Casa del Frente Amplio de la calle Agraciada al 800, allí lo consulté, entre otros temas, por si mantendría el 40% de descuento en las naftas, porque era el diferencial para que el uruguayo no cruzara el puente a Concordia.

Orsi pensó unos segundos, frunció el ceño como inseguro por el tema, y respondió: «no lo sabemos todavía, es parte de las cosas que tenemos que analizar, quizás sí, quizás no» y terminó la conferencia.

Ojalá, ahora que va a ser presidente, sí haya pensando y entendido cómo funciona esto, y sobre todo qué necesita este punto del país como para darle una respuesta a los salteños.

Hugo Lemos

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