No podemos seguir retrocediendo

A los uruguayos nos cuesta avanzar y estabilizarnos. Poder superarnos y quedarnos ahí, en un nivel de superación constante que nos haga salir adelante, crecer como sociedad y fortalecernos.

Cuando nos pasan situaciones como las que estamos viviendo ahora, nos damos cuenta de cuánto podemos retroceder de un momento a otro.

Pero lo peor de todo es ese componente que tenemos incorporado del «no pasa nada», o del «vamo y vamo», que todo es «así nomás, a la que te criaste», entonces no le damos importancia a lo que puede llegar a tenerlo.

El año comenzó con un nivel de pandemia que nos afectó a todos, pero que no nos preocupaba tanto sino que pensábamos que lo teníamos controlado. Luego ingresó la variante P1 y esa fue absolutamente criminal.

Nos llevó más de 200 salteños entre mayo y junio, y mucha gente joven, como Toti, un joven operador radial de 24 años que no pudo superar el virus o el paradigmático caso de Óscar Presentado que falleció sin asistencia a los 37 años de edad en su casa y así decenas de casos.

Concomitantemente con esto comenzó a desarrollarse el sistema de vacunación lo que amilanó el impacto del virus sobre la población.

Nos descansamos en la vacuna, volvimos a la normalidad «porque la cuestión económica» lo requería y pasado el tiempo volvieron a surgir brotes tras el desenfreno adolescente por las fiestas de fin de curso que nos impactaron a todos.

Borramos el concepto de prevención de nuestra vida cotidiana y no sólo eso, sino que le sumamos el «ya pasó todo» sin darnos cuenta que el peligro está aún ahí.

Hoy volvimos a ver las largas filas de autos para hisoparse en las afueras del Centro Médico, algo que no pasaba hace mucho y los medios, más que nunca, volvimos a estar pendientes de los comunicados del Sistema Nacional de Emergencias.

Mientras la gente, vacunada o no; tendrá que salir siempre con el tapabocas puesto y las precauciones necesarias para evitar que volvamos a lamentar muertes.

Comparto la medida adoptada por las autoridades de clausurar los festejos hasta después del 3 de enero, porque eso detendrá los contagios masivos y para muestra sobra un botón, las hijas de los dos líderes políticos de la oposición en Salto obligaron a estos a pasar una Navidad en cuarentena.

Sigamos los consejos, tomemos precauciones y busquemos superarnos, para no volver atrás varios casilleros cómo lo hicimos ahora.

Hugo Lemos

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