Salteño guitarrista de Mercedes Sosa recuerda histórico concierto contra la dictadura
El connotado músico salteño, Omar Espinoza, radicado en París hace más de cuatro décadas, recordó un nuevo aniversario de uno de los conciertos más emblemáticos de Mercedes Sosa en Buenos Aires, haciéndole frente a la dictadura argentina de la época y que lo tuvo a él como uno de los principales guitarristas de la artista popular de la vecina orilla.
Sosa, ya fallecida, ha sido un emblema de los artistas latinoamericanos que con sus canciones ofrecieron resistencia a los autoritarismos de la década de los 70 y 80 en nuestros países y lo pagó con el destierro de los militares en el poder, por el temor a ser enfrentados al clamor popular.
«Hoy es aniversario de ese dia historico para los argentinos. Cuando pienso que el disco que grabaron en vivo fue primero en ventas durante 10 años! y sigue vigente hasta hoy», dijo a Laguardia con asombro dese París el salteño Omar Espinoza.
«Estoy asombrado como todos los guitarristas argentinos que en aquella época todavia no habian nacido, me conocen y cuando nos encontramos por ahí, por acá, me demuestran cariño y admiracion», exclamó el músico salteño del barrio Almagro pero radicado en Francia desde 1979.
Hoy domingo el sitio de noticias argentino Infobae, realizó una reseña sobre el tema.
«Tres años y cuatro meses desde el último recital que no pudo terminar porque la policía se la llevó presa hasta el primero de los trece que dio en el Teatro Ópera pasaron tres años y cuatro meses. Desde siempre, las dictaduras y los gobiernos autoritarios han tenido una relación conflictiva con los artistas: la música y la poesía son vehículos de expresión, de sensibilidad, de libertad, de compromiso. Mercedes Sosa fue todo eso a la vez. Y pagó el precio», señala.
«El 20 de octubre de 1978, Mercedes dio un recital en el Almacén San José de La Plata, un lugar donde solían reunirse los militantes de izquierda a discutir de política. Ella ya era una artista consagrada, pero tenía el gesto de tocar en lugares chicos, con el escenario cerca de la gente», recuerda el portal argentino.
Y la reseña periodística cuenta:
Esa noche, cantó ante trescientas personas —y muchas más que se quedaron afuera, sin lugar— que escuchaban un set de temas muy pensados, muy elegidos.
Se sabía que iba a tocar Zamba de mi esperanza —que estaba prohibida por tener la palabra esperanza; de ahí el verso “Prohibiremos la esperanza” de Piero—, pero tenía la directiva de no excederse.
La voz de Mercedes era la voz de los sin voz; ella entendía esa responsabilidad, ese destino. Y entonces cantó Cuando tenga la tierra. Con los primeros acordes un grupo de policías vestidos de civil irrumpió en la escena: se la llevaron presa a ella, a su hijo Fabián Mathus, al guitarrista Colacho Brizuela y a las trescientas personas del público. Mercedes ya había sufrido que sus canciones no se pasaran en la radio, pero desde aquella noche, la situación se volvió insoportable.
Una sonrisa incontenible junto a sus músicos, José Luis Castiñeira de Dios y Omar Espinoza.
Una noche, por ejemplo, cantó La carta, de Violeta Parra, que estaba terminantemente prohibida: “Esperando una noticia / me viene a decir la carta / que en mi patria no hay justicia / los hambrientos piden pan / plomo les da la milicia”