Secretario de Manini insultó y golpeó a coordinador de Cabildo, iban a tratar caso Albernaz
(SEMANARIO BÚSQUEDA)
Rubén Ribeiro Luna se presentó el viernes 11 a las 17:30 en el despacho del senador Guido Manini Ríos en el Palacio Legislativo, donde fue recibido por el coronel retirado Hugo Arce, secretario personal del líder de Cabildo Abierto. Este funcionario que dice tener más de 30 años de trabajo en el Parlamento, jamás imaginó que al rato saldría de allí “agredido a golpes de puño”, insultado y “corrido como un perro”, a la vista de varios legisladores, con una herida en el cuello.
En esas condiciones se dirigió a la seccional policial donde presentó la denuncia contra Arce por lesiones y luego recibió asistencia médica en el Casmu, según reconstruyó Búsqueda.
El funcionario renunció el martes 15 a su trabajo en pase en comisión con Manini Ríos y al de coordinador político de la zona litoral norte por Cabildo Abierto (CA).
Ribeiro esperaba reunirse con Manini Ríos “por los temas de Salto”, y “concretamente por la situación del diputado (Rodrigo) Albernaz, que tuvo sus problemas”, dijo. En las departamentales, Albernaz se desmarcó de la línea oficial de CA, y el domingo 6 dio positivo en un test de alcohol en un control de tránsito en Salto (Búsqueda N° 2.101).
Cuando el funcionario llegó a la sala de la bancada de legisladores cabildantes —que ocupa el cuarto piso del edificio anexo del Palacio Legislativo—, Manini Ríos se encontraba reunido, y fue recibido por su secretario privado. Arce lo hizo pasar a su oficina. “Y ahí el coronel perdió los estribos; me insultó, me empujó y me lanzó varias trompadas”, contó Ribeiro, herido en el cuello.
La denuncia policial está siendo investigada por la fiscal de Flagrancia de 10º turno, Sabrina Flores, que dispuso la citación de Arce como indagado. Además, ordenó que un médico forense evalúe las lesiones del agredido, informaron a Búsqueda fuentes cercanas a la investigación.
El forense será el encargado de determinar la gravedad de las lesiones. De su análisis depende si la agresión puede eventualmente configurar un delito de lesiones personales (artículo 316 del Código Penal), que castiga con prisión de tres a 12 meses a quien “sin intención de matar causare a alguna persona una lesión personal”.
Además, una persona que fue testigo del episodio será interrogada por la Policía. Por otra parte, la Fiscalía solicitó a la Policía que averigüe si hay cámaras de vigilancia que pudieran tener registro de lo sucedido.
Búsqueda procuró ponerse en contacto con Arce para conocer su versión de estos hechos, pero no tuvo éxito.
“Como a un perro”
El entredicho se originó, siempre según Ribeiro, cuando Arce le preguntó sobre temas que “ya había discutido” días atrás con el senador. “Manini ya sabe todo esto, así que acá termina esta entrevista, vamos a hablar directamente con él”, planteó Ribeiro, convencido de que el secretario privado pretendía sonsacarle información.
Ahí fue que Arce “perdió los estribos”, contó. “En tono militar, me dijo: ‘¡Siéntese ahí y cállese!’. Riberio dio por concluida la conversación y se fue.
Al cruzar hacia el despacho de Manini Ríos, Arce lo interceptó. “Ya frente a la puerta, donde estaba la secretaria de Manini, me prepotea, me empuja y me insulta. ‘¡Acá no entra nadie!’, dijo, y cerró la puerta. Había gente mirando en el pasillo; y le digo: ‘Estamos haciendo el ridículo… entremos al despacho’. Pero volvimos a su oficina, y ya de entrada me tira dos guantazos. Cuando vi el primer piñazo, dije: ‘¿Qué le pasa a este hombre?’ Me defendí con una mano en el portafolios y la otra sujetando los lentes”.
“Esquivo las trompadas, pierdo los lentes, trastabilleo, tropiezo y me empuja otra vez; y ahí sí me lastima, porque me tira contra un mueble. Y cuando logro levantarme, intento tranquilizarlo, porque ya veía que me iba a masacrar”, continuó Ribeiro, que describió a Arce como “un hombre grande, fuerte, poderoso”.
“Claramente, yo estaba en inferioridad de condiciones. Y además yo soy un cordero, porque no me gusta la violencia ni los líos. Soy religioso, pacífico, y salí de ahí como pude. Pero él volvió a insultarme y me corrió como a un perro hasta los ascensores; como a un perro me corrió…”.
Al llegar al subsuelo del edificio, Ribeiro llamó varias veces a Manini Ríos, sin suerte. Una policía le informó que el senador se había ido y alguien le avisó que tenía sangre en el cuello. “¡Pahhh, no te puedo creer!”, dijo. “Y ahí saqué las fotos para registrar la agresión y hacer la denuncia policial”.
“Si esto permite hacer un senador que es líder de un partido nuevo y candidato a presidente de la República, que se dice el adalid de la rectitud, de la libertad y la democracia, y que promete cambiar el país… estamos en el horno”, afirmó Ribeiro. “Democracia y discusión toda la que quieras. Pero hasta ahí llegó. Yo no quiero más bota y fusta en el Palacio. Porque si a mí, que estaba ahí y era coordinador de Cabildo, me lastiman así… ¿qué le puede pasar a cualquier otra persona?”.