Siete jóvenes se quitaron la vida a fines del 2024 en Salto, la pasividad no debe ganarnos

Siete personas de entre 20 y 25 años de edad, se quitaron la vida en los últimos días del 2024 en el departamento de Salto. Se trata de un tema serio, que trasciende lo cotidiano y que nos interpela como sociedad.

La depresión es una enfermedad que debe tratarse y la ausencia de mecanismos de contención por parte del Estado, no brinda esa posibilidad a nivel general para que el grueso de la población acceda a lo que debe acceder, una asistencia adecuada.

El Estado cuenta con herramientas pero están debilitadas por la falta de recursos y todo esto además, genera un silencio profundo y hasta impactante en el seno de nuestros hogares que nos lleva a ser pasivos ante situaciones de esta naturaleza.

Tampoco se abordan los problemas que conllevan a la depresión de las personas, después que sucede la tragedi, surgen los posibles porqués de la situación, las aberrantes especulaciones sobre lo sucedido, todas cosas que forman parte de esa pasividad triste e irresponsable de nuestra parte, sobre casos que hasta quizás se conocen, pero que antes no se atajaron ni se contuvieron y eso determina que la situación de vulnerabilidad en la que se ve envuelta una persona, termine de la peor manera posible.

El dato puro y duro que dimos y que nos lo proporcionaron fuentes médicas, lamentablemente no paró ahí. En Salto se registraron más casos de esta naturaleza en los últimos días. Muchos hablaron de un entrenador de fútbol de uno de los clubes más prestigiosos del departamento y le atribuyeron muchas causas posibles a su triste decisión con una liviandad que habla más de lo que somos nosotros como sociedad, que de la mismísima actitud de las víctimas de esta depresión y de su soledad íntima que los afecta y los daña.

Pero la sociedad no debe parar en elucubraciones, no es por ahí, atribuyendo probabilidades a hechos trágicos, tampoco es publicando cada caso en los medios de comunicación porque solo fomentaremos lo contrario, y tampoco es no hablando del tema, aunque a veces no lo hacemos para no fomentar discusiones absurdas, ridículas y banales en las redes sociales.

Pero debemos hablar más de estos temas a nivel general y no de los casos en particular, para que la población tome conciencia de este asunto, lo tome para sí, lo trabaje desde su casa, con su entorno y no esperar a que sigan pasando tragedias que nos arrebatan vidas, jóvenes y no tanto, para después lamentarnos y hablar todo el día de ellas, sin mover un sólo dedo para ayudar y ayudarnos.

La depresión es una enfermedad, tratémosla como tal, ayudemos, hagamos algo, hablemos.

Hugo Lemos

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