Venezuela: un proceso desgastado y enfermo

En una columna publicada en el diario capitalino ladiaria, el intendente de Salto, habló del proceso político de Venezuela, paradigma de la revolución socialista en América Latina, fustigando el deterioro moral del régimen de gobierno en el país caribeño. A continuación, publicamos el pensamiento del frenteamplista Andrés Lima sobre Venezuela:

«Retroceso importante»

Entender Venezuela sin analizar los procesos que se están dando en este país desde que Hugo Chávez proclamó la revolución bolivariana es saltearse hojas en un libro que aún sigue escribiéndose.

Chávez intentó construir una república socialista, sustentada en las riquezas existentes en el país, sobre todo en sus reservas de petróleo. Este proceso, en sus primeros años, llevó justicia social a amplios segmentos de la población que estaban históricamente relegados y que lograron acceder a educación, salud, vivienda y a productos alimenticios subsidiados, que permitieron mejorar la calidad de vida de estos sectores.

Pero en estos últimos años se presentan retrocesos importantes, no sólo desde el aspecto económico, sino también desde lo ideológico, que llevó al pueblo, según Óscar Figuera, diputado y secretario general del Partido Comunista de Venezuela, “a sentirse hastiado y […] a levantarse contra el poder y el descarado ventajista del gobierno de Maduro”.

La derrota del chavismo en el estado de Barinas, cuna de la revolución bolivariana y que históricamente es bastión de la revolución, muestra a las claras el desgaste del modelo de gobierno, de un Estado enfermo, que agoniza en manos de burócratas y oportunistas, que aún justifican sus enormes errores en la presión internacional, la injerencia económica de Estados Unidos, que existe y es real, pero que no explica en sí misma el desvío ideológico que se está dando en el gobierno de Venezuela y que repercute en el sufrimiento de su pueblo.

Aprender de los errores de Venezuela es fundamental para que, sumado a nuestras experiencias de gobierno y a no poder afianzar un sistema más justo y solidario, podamos construir una perspectiva de izquierda en Uruguay.
Es difícil encontrar hoy en las acciones del gobierno algo de identidad del viejo sueño de Chávez de una patria socialista. La corrupción y el oportunismo enquistados en las esferas del gobierno hacen que el pueblo ya haya perdido la perspectiva de un gobierno de izquierda en el país.

Los vicios existentes, que pueden expresarse en las lacras de la corrupción y la ineficiencia, resultan particularmente intolerables para las bases chavistas. Los militantes que observan el alto nivel de vida de los muchos funcionarios medios y altos, electos o designados, reaccionan alejándose de la lucha política. Para algunos referentes de la izquierda venezolana tal caída se debe a la deficiente formación ideológica y a la debilidad en la conciencia revolucionaria.

Tradicionalmente, Uruguay es respetuoso de los procesos políticos de nuestros países vecinos, pero no podemos ser ajenos a interpretar este proceso de retroceso que se produce en Venezuela, inserto en el contexto regional de cambios en muchos países hacia gobiernos de izquierda. Aprender de los errores de este país es fundamental para que, sumado a nuestras experiencias en 15 años de gobierno y a no poder afianzar un sistema más justo y solidario, podamos construir una perspectiva de izquierda en Uruguay.

Andrés Lima es intendente de Salto.

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