El Frente Amplio ¿todavía gobierna?

El Frente Amplio todavía gobierna. Esa es la sensación que da cuando muchas de las decisiones políticas que se dan en los últimos tiempos, surgen porque la oposición grita y grita fuerte, exigiendo que se adopten determinadas decisiones y el gobierno no solo escucha, sino que además actúa en consecuencia.

Desde que se concretó la renuncia de Carlos Albisu a la presidencia de la Delegación del Uruguay de Salto Grande, parece que el Frente Amplio invirtió su rol de oposición y exige cosas que son propias de un gobierno. Cosas incluso que la izquierda cuando gobernó no hizo. Pero también asumiendo posturas que no adoptó cuando era gobierno.

Es decir, cuando el Frente Amplio gobernó, se cansaron de escuchar el «renunciá Bonomi», cuando la oposición pedía a gritos la dimisión del entonces ministro del Interior, (hoy fallecido), Eduardo Bonomi, por los altos índices de inseguridad que se estaban dando en ese momento y terminó su tercera administración con Bonomi como ministro.

Pero ahora exige que se vayan todos y los blancos en algunos temas, hacen caso a una reacción de la oposición que busca oportunismo político por conveniencia electoral, porque ese es un poco el rol de la oposición, sacar ventajas y llevar agua para su molino sobre todo con un proceso electoral en ciernes.

Bailar al son de la canción que canta el Frente Amplio no es bueno para un gobierno que busca quedarse por otro período, porque hacerle caso a la oposición y tomar decisiones en función de lo que digan los que perdieron en los últimos comicios, solamente debilita a un gobierno.

Cuando en el período anterior los blancos, con el entonces diputado Martín Lema, empezaron a dinamitar a ASSE buscando los problemas que se daban en los hospitales públicos del interior del país, como en Melo, Salto, Bella Unión, Rivera, entre otros, lograron hacer destituir a todo el directorio de ASSE que era presidido por Susana Muniz, quien había llegado a ser ministra de Salud Pública, durante el gobierno de José Mujica.

Ese fue el comienzo del fin para el Frente Amplio en el poder, seguirle el tren a la oposición, en vez de mantener firmes sus convicciones, lo que terminó con la derrota electoral de la coalición de izquierdas en el 2019.

Y acá pasa lo mismo, ahora el Frente Amplio pide que se vayan todos. Que en la represa poco más que se apaguen las turbinas y se le vuelva a dar lugar a los que estaban antes, y todos corren al ritmo de lo que dice la izquierda. ¿Con qué razón?, ¿pasará entonces lo mismo que en 2019?

Ahora es momento de que gobierne la coalición multicolor y tomen sus propias decisiones. Luego de 2024, si el pueblo uruguayo toma una nueva decisión y vuelve a elegir a la izquierda para que otra vez llegue a la Torre Ejecutiva, entonces será el momento de que adopten todas las decisiones que desde ahora proclaman como una verdad absoluta y necesaria.

Mientras tanto, el actual gobierno debería darle a los uruguayos seguridad y certezas, adoptando resoluciones que surjan desde su propio seno, para que se convenzan ellos mismos y nos hagan saber a los pobladores, que bailan su propia canción y no que están al son de un canto ajeno, que solo busca que hagan lo que ellos dicen para sacar sus propias ventajas electorales y volver al poder.

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