Lo deben cuidar
Por el Dr. Pablo Vela
No se debe dejar pasar o no deberíamos hacerlo: reiteradas mentiras, relatar situaciones inexistentes, exagerar situaciones, anuncios sin sustento, cambios bruscos de estados de ánimo, rostro desencajado, fácil enojo, etc.
No debería una persona vivir así diariamente, sus allegados o las personas que aprecian a alguien que vive así deberían acercarse, ayudarlo a volver a la realidad, mostrarle que el camino va por otro lado, que está viviendo en una realidad paralela.
Pretender “adueñarse” de las gestiones de otros, meterse en donde no lo llaman para salir en la foto, incitar sentimientos de enfrentamiento, no es de una persona dialoguista, conciliadora o componedora; alguien debería explicarle que eso no es parte de la característica del líder necesario para que tantas personas puedan convivir en armonía en un mismo territorio físico.
Alguien que debe ser cabeza de un proyecto general, que debe pensar en quienes lo defienden por los compromisos asumidos pero también en quienes simplemente quieren vivir en paz, no puede estar un día sí y otro también lejos de los problemas de esas personas que son objeto de su proyecto.
Lo deben hablar, a pesar de las reprimendas o retos que puedan sufrir, porque no puede estar pasando un buen momento alguien que expresa frases sin sentido o contenido; aplaudirlo no le hace bien a esa persona ni a quienes debe cumplirles según el compromiso que asumió.
Mentir lejos no deja de ser una mentira, en la era de la tecnología y las redes sociales, mentir acá, allá o más allá seguirá siendo mentira y nos vamos a enterar.
Crear falsos relatos para victimizarse no está bueno, ni para sus representados ni para la misma persona que actúa el papel de falsa víctima, no está bueno, no sirve ni le hace bien, no suma para él ni para quienes representa.
Todos deberíamos pedirle mayor compromiso a quien asumió la responsabilidad de brindarnos servicios básicos, de cumplir con los cometidos atribuidos al rol que se postuló y ganó en buena ley.
Alguien de sus laderos, ambiciosos por esencia, debería pensar más allá de lo material y pensar en la persona, algo puede no estar bien y lo deben cuidar; aplaudir lo que sea puede hacer muy mal aunque parezca una locura, se entiende que deban aplaudir hasta el hecho más ridículo porque “vendieron el alma” pero si alguno piensa en la persona debería tener la valentía de decirlo a riesgo de ser víctima de un rezongo similar al de un papá o mamá a un niño de 5 años.
Por sobre todas las cosas, los que podríamos darle la oportunidad de liderar un proyecto general a alguien que luce desencajado, desorbitado y ajeno a la realidad debemos tener todo esto en cuenta.
En definitiva luego la responsabilidad no será solamente de esa persona necesitada de ayuda sino que deberemos asumir la responsabilidad de haberle dado, directa o indirectamente, la chance de estar en un lugar que le queda grande y que le hace mal, porque tampoco está bueno ver a alguien fuera de sí o deambulando en un mundo irreal.
Lo deben cuidar sus “lamebotas” pensando en la persona, en lo humano, el resto debemos cuidarlo no dándole responsabilidades que lo superan, no es sano para nadie.
Postularse a liderar un proyecto común no lo hace capaz de ser líder, lo hace elegible pero no le otorga la capacidad que no tenía antes de postularse.
Nosotros debemos cuidar a ese tipo de persona y pedirles que se cuiden, debemos en definitiva decirle que no apoyaremos ese pedido de ponerse en peligro rodeándolo de tareas que los superan.