Uruguayos con familias en Argentina hace meses no las ven por la pandemia
El pasado 2 de setiembre, Luis Grosso, un salteño que trabaja y vive en las dos orillas del río Uruguay, entre las ciudades de Salto y Concordia, se sentía triste; pero sobre todo, con bronca e impotencia. Era el cumpleaños número 11 de su hijo mayor, y él, como desde hace 6 meses, no puede cruzar el río para verlo.
Su esposa y sus dos hijos de ahora 11 y 9 años de edad, viven en la ciudad de Concordia, la más grande del litoral argentino sobre ese lado del río, con una población cercana a las 200 mil personas, pero las medidas adoptadas por el gobierno de Alberto Fernández no le favorecen en nada a la hora de pensar en ir a ese país.
El pasado 2 de setiembre, el mismo día que su hijo mayor cumplía años en Concordia, Grosso, un terapeuta de profesión tuvo que quedarse en Salto.
Luis estudió en Montevideo, trabajó en la capital uruguaya y alternó años de ejercicio de la profesión instalando un consultorio en su casa materna en la capital salteña, su ciudad natal, hasta que empezó a cruzar a Concordia donde conoció a su actual esposa y allí nacieron sus dos hijos.
Pero hace 6 meses, cuando aparecieron los primeros casos de coronavirus en Salto y Montevideo, y Uruguay entró en estado de emergencia sanitaria, no pudo ver a su familia.
«Si voy tengo que hacer cuarentena allá y cuando regrese tengo que hacer la cuarentena acá, estoy un mes sin trabajar. Y eso nos perjudica mucho en la economía familiar, además de que para poder entrar no puedo hacerlo por Concordia, tengo que ir por Gualeguaychú. que está a 250 kilómetros y para llegar a Concordia, son otros 250, en total un recorrido de 500 kilómetros y un mes sin poder trabajar. Entonces estoy condenado», expresó angustiado Luis Grosso.
Pero su caso no era el único y comenzó a contactarse con varias personas que están en esa misma situación y así llegaron a reunirse unas 176 que están varadas en Salto con distintos problemas provocados por las medidas adoptadas por ambos países, en función de esta situación por la que estamos atravesando debido a la pandemia.
Conformaron un grupo que se denomina Puente Salto – Concordia y tienen una página en la red social Instagram, donde exponen todos sus dolores por no poder reunirse con sus familiares. «El otro día, una señora que está en mi misma situación no pudo estar en la pérdida de un ser querido, mientras que hay casos de personas con enfermedades graves que no pueden ver a nadie, además de otros temas como el hecho de gente que percibe una remuneración en Argentina y no pueden ir a cobrar», expresó.
«Nosotros queremos que se nos habilite el cruce por Concordia, a través de la Tarjeta Vecinal, mecanismo que ya existe, y que se nos someta a todos los controles posibles, no nos negamos en absoluto a eso, pero que tengan en cuenta que se trata de una cuestión de humanidad y no le estamos pidiendo un favor a nadie, si no que tenemos el legítimo derecho de estar con nuestras familias y a la vez poder trabajar, y eso no se está teniendo en cuenta», contó Luis Grosso.
El viernes 4 estuvo en Salto el ministro de Salud, Daniel Salinas quien consultado al respecto de estos casos expresó que «si se trabaja en los controles de estas personas y se les habilita un permiso especial no veo el inconveniente, es factible su planteo».
Grosso y el movimiento Puente Salto – Concordia estarán este lunes 7 de setiembre en la zona de la represa de Salto Grande donde el presidente de la República, Luis Lacalle Pou y el Canciller de la República, Francisco Bustillo, estarán inaugurando un polo tecnológico integrado por varias universidades de la región, entre ellas la UTEC de Uruguay.
«Vamos a tratar de entregarle un planteo al presidente para que tenga en cuenta nuestra situación y podamos encontrar una solución, confiamos en eso», expresó esperanzado Luis Grosso, quien habla a diario con su esposa e hijos prometiendoles que va a haber una solución para su reencuentro.