Recordaron a Policías caídos en el Cumplimiento del Deber

El Director de Seguridad de la Jefatura de Policía de Salto, Comisario Mayor Pablo Mimguta, en un acto conmemorativo por el “Día del Policía Caído en Cumplimiento del Deber» realizado en la Jefatura de Policía de Salto.

Aquí el discurso:

Por iniciativa de varias instituciones relacionadas a la Policía Nacional, fue presentado un proyecto de ley para que se instituyera el 20 de noviembre de cada año, como el «Día del Policía caído en el cumplimiento del deber”, el proyecto fue aprobado por unanimidad el 7 de octubre de 2008, y pasó a constituirse en Ley 18.377.


En la fecha se recuerda una serie de enfrentamientos ocurridos, contra una banda criminal, el 20 de noviembre de 1933, donde, como luctuoso resultado final, perdieron la vida 5 integrantes de la Policía Nacional y 4 resultaron heridos. No fueron los primeros ni los últimos, antes y después, la historia está repleta de hechos, en los que, en infaustos sucesos fueron muertos Policías de todas las jerarquías.

Fueron ultimados y algunos ejecutados en distintas circunstancias o eventos, que asumieron solos o formando parte de equipos, en áreas urbanas y en los campos de la Patria, en allanamientos de fincas, en la vía pública, en persecuciones a pie o en vehículos, en el momento de realizar una detención, combatiendo siniestros, controlando el tránsito, procurando solucionar conflictos familiares, interviniendo en conflictos sociales, de violencia en general, en emboscadas y en atentados, en asaltos a Bancos o rapiñas a comercios, en circunstancias extraordinarias o de engañosa rutina, estando en servicio, y en ocasiones en sus días y horas de descanso.
La aprobación de ése proyecto, y la característica unánime de esa decisión, nos han dejado la certeza de que ha dado comienzo, una nueva era de respeto y de reconocimiento hacia la fuerza policial, lo que recibimos con gratitud y percibimos con renovado optimismo y esperanza.


Se dice que una de las palabras más importantes del idioma es RECORDAR, quizás le siga en importancia el término GRATITUD. Venimos hoy a expresar que recordamos vuestros nombres, vuestras vidas, vuestros aportes a la Institución y vuestras muertes.
Nos inclinamos reverentes en recordación de vuestro ejemplo, de vuestro valor, de vuestro arrojo, de vuestra bravura, de vuestra entrega, de vuestro compromiso, de vuestra contribución a la más noble de las causas que lo es el servicio público.

La Institución y el país se encuentran en deuda, pues no hemos reconocido en el momento y en el nivel merecido, el máximo sacrificio que habéis protagonizado en defensa de la vida y la integridad física de vuestros conciudadanos.
Venimos agradecer el legado de honor, abnegación y valor que habéis depositado en nuestra generación, y ante vosotros renovamos el compromiso juramentado, por nuestro honor, de defender la Constitución, las leyes, el orden de la República y los valores éticos de la profesión policial, aún, con el sacrificio de nuestras propias vidas.
La riquísima y penosa historia tiene mucho para enseñarnos, porque existieron tantas circunstancias como Policías fallecidos en el cumplimiento del deber.


La actuación de un Policía es una actividad intelectual muy exigente, de alto nivel, ya que concurren en cada evento elementos de diversas disciplinas académicas, junto al sentido de supervivencia asociado al hecho, nada menor, de que las decisiones se toman en segundos, y en general en circunstancias adversas.


Alguien con mucha experiencia expreso: “Nuestras familias nos permiten la aventura de ser Policías, pero no esperan una bandera al final del día.”


En verdad ser Policía es una aventura extraordinaria. Requiere de valor, requiere de inteligencia, requiere de conocimiento en especial de la condición humana, requiere de disciplina operativa, requiere de un elevado nivel de compromiso y de camaradería, porque en los momentos de peligro, nadie es más importante que el compañero que está a nuestro lado.

Afortunadamente, tenemos en nuestras filas, héroes de todas las jerarquías, hombres y mujeres que no desperdician la oportunidad de ser protagonistas, venciendo sus naturales miedos, de procedimientos en los que son necesarios coraje, determinación, sapiencia para resolver con éxito situaciones en extremo difíciles, trabajan entre nosotros, y son anónimos para la sociedad en general.
Señores Policías de todas las jerarquías, de nosotros depende que nuestros conciudadanos, sientan y expresen, altos niveles de conformidad y confianza de manera que celebren con nosotros nuestros éxitos, y que tengan la sensibilidad de acompañarnos, en momentos de luto y recogimiento como en éste día.


Cuando esto suceda como resultado de nuestro trabajo abnegado, y recibamos ése tipo de reconocimiento ciudadano, en ese mismo momento estaremos a la altura de este legado de sacrificio, valor y honor que hemos recibido, y así, solo así, estaremos seguros que nuestros héroes, estos hombres presentes hoy y siempre, a quienes veneramos, recordamos, respetamos y agradecemos, “NO HABRÁN VIVIDO NI MUERTO EN VANO”.

Muchas gracias.

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