UdelaR no tendrá aumento del presupuesto en los dos años que le quedan al gobierno

La Universidad de la República, ese «cerno comunista» al decir de la senadora blanca Graciela Bianchi que lo cataloga de esa manera despectiva pero que habla de ella más que de los otros, se quedó sin uno solo de los 38 millones de dólares que pidió para reajustar salarios, financiar carreras y actividades de investigación y extensión.

No fue el sistema educativo en su conjunto el que se quedó sin dinero en la Rendición de Cuentas propuesta por el gobierno y llevada ante el Parlamento nacional por la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, ya que el mismo recibirá más dinero, según la proyección realizada en su intención presupuestal, que la seguridad.

Pero de todo lo que se pretende darle al sistema de enseñanza para los años venideros, la Universidad de la República, la casa de estudios que forma a la inmensa mayoría de los profesionales de todas las áreas de este país, de manera gratuita, quedó sin un solo peso para seguir avanzando.

Se trata de una fuerte señal que envía el gobierno a las autoridades de esa casa de estudios, que cuenta con más de 100 mil estudiantes registrados en todo el país y con más de 10 mil solamente en Salto, de que algo no anda bien entre los máximos representantes de esa ente autónomo de enseñanza, definido así en la mismísima Constitución de la República y las más altas autoridades de nuestro país. Pero si ese algo no anda bien, se deja pasar, solamente se va a generar una especulación mayúscula y sin sentido, sino se sientan en la misma mesa por lo menos a conversar los porqué.

Aunque algo de esto la Universidad de la República ya sabía, al menos lo sospechaba porque en los pasillos ya se hablaba del «sino nos da nada qué hacemos», y hay una campaña preparada. Los funcionarios son los primeros en reclamar porque su salario será congelado por la propia Universidad que es la que los paga con el argumento de «no nos dieron nada y no podemos aumentar». Los docentes correrán la misma suerte, ya que no les pagarán un peso más, salvo ajustes por IPC, pero nada de aumentos.

Y los estudiantes saldrán a defender el presupuesto universitario, esperamos todos con la consigna de que no se recorten los planes de estudio, ni se supriman carreras, ni se avance en la adquisión de equipamiento para hacerlos estudiar más y aprender mejor. Esperamos que sea esto, porque las consignas suelen ser políticas y con reivindicaciones salariales para los funcionarios y docentes, que no está mal, pero al menos de los estudiantes esa no debería ser la prioridad del reclamo.

El martes, llegará el rector de la Universidad a Salto, el doctor en economía, Rodrigo Arim, para presentar una nueva carrera en Salto, la de Licenciado en Computación, recientemente aprobada y también anunciará el fortalecimiento de la carrera de Medicina. Si ya lo tenían aprobado es porque con el presupuesto actual pueden hacer lo que anuncian y en ese sentido, mal sería tomar a los estudiantes de rehén de la situación de rispidez aguda entre las autoridades universitarias y el gobierno nacional.

Veamos qué presentó el gobierno para que el parlamento lo apruebe, seguramente con los votos de la coalición que en conjunto, son mayoría:

Seguridad recibirá: 27.309.120 dolares en el 2023 y 22.435.668 millones de dólares, en el 2024.

Educación recibirá: 45.218.095 millones de dólares en 2023 y 55.122.857 millones de dólares en 2024.

Entre el desglose de educación la ANEP (escuelas, liceos y UTU) se queda con la mayor torta, 30 millones un año y 40 millones el otro. Le siguen muy por debajo el Ministerio de Educación y Cultura, el Plan Ceibal y la UTEC,

Mientras que en Ciencia, Tecnología e Innovación se invertirá 26.285.714 millones de dólares tanto en el 2023 como en el 2024 que recibirá exactamente el mismo monto.

En todo estos casos, la Universidad de la República no aparece.

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