Una prensa para todos

La prensa no es de izquierda ni de derecha. Al menos no debería serlo, aunque existe la clase de prensa militante, que está volcada por una cuestión ideológica a los distintos sectores político partidarios y que ofrecen un mensaje muy cargado de conceptos hacia un lado y el otro, generando en la mayoría de los casos, cuando no son claros y son tendenciosos, una confusión en la opinión pública, mientras que su fin debe ser todo lo contrario, la prensa debe ser la voz de la gente y tiene que ser, a su turno, el adalid de la transparencia en la gestión pública.

Hay una regla tan cierta como única en relación al rol de la comunicación, cuanto más información se brinde desde los poderes públicos, más comunicación se genera entre el Estado y la población, mayor es la transparencia en la gestión pública y el índice de confianza aumenta. Esto, no solo debe ser un principio básico de la democracia, sino que además debe ser un leit motiv, para que los gobernantes no incurran en veleidades que horaden la confianza de la gente en el sistema.

Una vez, una autoridad pública departamental le dijo a un periodista que le pedía información que ellos no tenían quien les produzca una política comunicacional, porque a la comunicación de la institución que aún dirige, la «hacían caserita, la ataban con alambre», pese a que la comunicación es una ciencia, ella pensaba lo contrario.

Pero no por casualidad esa institución pública es una de las que peor comunica, y eso, en tiempos de crisis, genera una desconfianza de la población por falta de transparencia que es brutal.

El otro día, leyendo un medio gráfico de la capital, alguien soltó lo siguiente:_ ese medio, por como dice las cosas es de izquierda, no como la prensa hegemónica que es de derecha. Y si uno se pone a pensar, la prensa de izquierda, o llamada militante, es superior en medios y número, que la llamada de derecha.

Entonces su mensaje se multiplica mucho más que la otra, pese a esto, la prensa más consumida por el público, es la denominada de derecha, pero en nuestro país, la mayor parte de los electores, la minoría mayor, es de izquierda.

Los medios deben ser espacios de amplificación de ideas, de diversidad de opiniones, de información amplia, y diversa. Deben tener ideas de izquierda, de derecha y de centro, pero no deben atarse a ellas a la hora de informar, porque eso contamina la información que se le brinda al público y se crea una falsa historia sobre las cosas que ocurren y que la población tiene derecho a saber.
Por eso, hablar de medios de izquierda, de prensa hegemónica y de información tendenciosa, solo contamina y enrarece el clima de libertad que debe imperar en los medios de prensa, para que cumplan el rol de ser confiables.

En laguardia.uy un portal nuevo y aún en construcción, tratamos de que todos pasen por aquí, sean del ángulo que elijan ser.

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